1. Complejos por falta de talento
Una de las características más repetidas entre las personas que sufren de baja autoestima es la creencia de que no poseen ningún talento. Esta perspectiva distorsionada de uno mismo les hace creer que hay algo fuera de su control que opera para que no puedan progresar en ámbitos de conocimiento o entrenamiento determinados. Este problema en la autoestima suele venir acompañado de tristeza por no poder alcanzar las metas que uno se fija, y una sensación reiterada de estar perdiendo el tiempo en algo que nunca dará los frutos que se esperan.
Para tratar este problema, es muy importante remarcar que el talento es, en realidad, el fruto del esfuerzo. En la mayoría de los casos, no progresar en un área específica tiende a ser una señal de que esa actividad no motiva a la persona.
2. El menosprecio de los otros
Las personas con baja autoestima muchas veces son víctimas de personas crueles que los menosprecian. Cuando nuestro amor propio y nuestra percepción sobre nosotros mismos no es muy alta, tendemos a creer que lo que dicen otras personas es verdadero, pero si lo que dicen es negativo lo creemos aún más. No alcanza que alguien nos diga que somos valiosos, la perspectiva negativa hará que la crueldad de determinadas personas nos golpee aún más.
Es habitual creer, si alguien nos menosprecia de forma habitual, que quizás haya algo malo en nosotros. Algo que nos haga merecedores de tanto desprecio. Esta es una clara señal de baja autoestima porque una persona que nos insulta y nos menosprecia tiene problemas para relacionarse y gestionar su propio enojo y frustraciones, y por eso intenta desquitarse con terceros.
3. Sentimientos de culpa
Otro signo habitual de una baja autoestima son los sentimientos de culpa. Esto se manifiesta en una reiterada actitud de culparse por errores del pasado, por hacer algo o no hacerlo, por haber dicho o no haber dicho algo. Una persona con autoestima normal entiende que la vida implica una gran variedad de oportunidades para equivocarse. Está bien reflexionar y no repetir errores, pero mortificarse al respecto indica que hay un problema con la autoestima.
Estas son algunas de las señales más habituales que nos terminan indicando que estamos ante problemáticas de amor propio y autoestima que deben ser analizadas. La clave para tratar estos cuadros está en el reconocimiento del valor de la persona, en resaltar la importancia individual y el esfuerzo para seguir mejorando día a día.