1. PASAS DE ESTAR NERVIOSA (E INCLUSO INCÓMODA) A ESTAR CÓMODA Y RELAJADA
Al principio, el simple hecho de besarle te causaba estrés y sentías que no podías ser tú misma. Cuando la persona es especial, este nerviosismo desaparece y sacas lo mejor de ti sin necesidad de aparentar lo que no eres.
2. EN EL MOMENTO DE SEPARARTE DE EL TRAS UN ENCUENTRO, NO SIENTES ANSIEDAD
Las dudas sobre si va a volver a ponerse en contacto contigo se disipan. Te da confianza, deja de preocuparte si le gustas o no, y sabes que van a volver a hablar.
3. LOS DEMÁS CHICOS DEJAN DE SER IMPORTANTES
Comienza a darte pereza que los demás chicos que antes te gustaban, te pidan una cita. Ya no ocupan ningún lugar relevante en tu vida. Ahora, hay otra persona con la que prefieres estar.
4. MANTIENEN CONVERSACIONES REALES, SIN COMPETENCIA DE EGOS
Ya te da igual si contesta a los cinco minutos que a la hora y si tú haces lo mismo. Sabes que a él no le molestará. No le haces esperar para hacerte la interesante, porque las apariencias ya no son lo más importante entre ustedes.
5. LOS PLANES MÁS INSIGNIFICANTES SE VUELVEN ESPECIALES
Las citas ya no se planean: simplemente se ven y hacen cosas juntos. A veces ir a comprar algo, acompañarse al supermercado o ir a tomar un café sin mayores pretensiones es el plan perfecto. Su compañía es suficiente, no hace falta hacer grandes cosas para pasar un buen rato.
6. NO SIENTES LA NECESIDAD DE DEPILARTE CONSTANTEMENTE POR MIEDO A QUE DESCUBRA (OH, SORPRESA!) QUE TIENES PELO EN LAS PIERNAS
Tu apariencia ya no es lo más importante y tienes la seguridad de que no se escandalizará al ver tus imperfecciones.
7. CUANDO DUERMEN JUNTOS, TE SIENTES CÓMODA AL DESMAQUILLARTE, IR AL BAÑO, ETC.
Irte a la cama maquillada por miedo a que te vea con la cara lavada te va a parecer una tontería. Tus rutinas no dejan de ser importantes porque él esté contigo.
8. DEJAS DE SOÑAR DESPIERTA CON OTROS CHICOS
Ya no piensas en el amor en abstracto, en encontrar a alguien (cualquiera) que te quiera: ya encontraste al tuyo.
9. LAS LLAMADAS DE TELÉFONO YA NO SON INCÓMODAS
Se ha perdido la costumbre de hablar (¡no escribir!) por teléfono y cada vez nos hace sentir más incómodas recibir llamadas. En el caso de que él te llame, la conversación fluye sola, no te sientes nerviosa y hablas de forma natural.
Si te pasan alguna de estas cosas (o todas ellas) con tu chico, definitivamente se ha vuelto alguien especial, mucho más que un enamoramiento entre tantos.