Seguramente ya has escuchado muchas veces que los niveles de estrógeno provocan cambios en tu ciclo menstrual. Dichos niveles están en su nivel más bajo en la primera semana después de la menstruación, y aumentan cuando se libera el óvulo, pero el óvulo libera su propia hormona, o sea la progesterona. La progesterona hace que los niveles de estrógeno caigan momentáneamente. Esta disminución es similar a la que desencadena la menstruación, por lo que el útero asume que es hora de menstruar. Los niveles de estrógeno comienzan a aumentar nuevamente, por lo que el sangrado se detiene de forma repentina, no sin antes manchar un poco la ropa interior.
Pero esa no es la única causa de sangrado vaginal leve asociada a la ovulación y los niveles hormonales. Cuando el folículo estalla para liberar al óvulo maduro, expulsa cierta acumulación de sangre y otros fluidos, además de provocar la ruptura de pequeños vasos circundantes. Este hecho aumenta la probabilidad de observar un pequeño sangrado en la mitad del ciclo.
Otra posible causa para el síntoma de que nos ocupa es el control de la natalidad. Los anticonceptivos hormonales funcionan de tal manera que introducen hormonas artificiales en tu sistema, específicamente estrógenos y progesteronas sintéticos. En lugar de experimentar fluctuaciones en los niveles hormonales, la medicación anticonceptiva los mantendrá estables durante todo el ciclo (excepto al final cuando se ingieren las píldoras placebo). Por tanto el útero no recibe la señal de los estrógenos para comenzar la ovulación. Cuando llega el momento de tomar las píldoras placebo para comenzar la menstruación, los niveles de estrógeno pueden estar todavía demasiado altos y por eso se produce un sangrado ligero en lugar del sangrado menstrual normal.
Por otra parte, las chicas jóvenes que no han visto la verdadera menstruación pueden experimentar algunas manchas en su ropa interior. Esta es la forma en que el cuerpo se deshace de las células uterinas antiguas y se prepara para el verdadero ciclo menstrual. También pueden presentar un sangrado ligero después de experimentar su primera menstruación a medida que el cuerpo se adapta a los cambios menstruales e intenta establecer un patrón regular.
Es posible tener un sangrado ligero después de la práctica sexual , especialmente si hay una falta de lubricación o no se usa protección. La fricción puede causar pequeñas heridas o laceraciones en la vagina y el cuello uterino. Esto no tiene nada que ver con el ciclo menstrual. Sin embargo durante la ovulación y el embarazo el cuello uterino es más suave, así que una mujer embarazada o en su ovulación tiene mayores posibilidades de sangrar después de las relaciones sexuales.
Tener crecimientos en el útero, como pólipos o fibromas, también puede causar sangrado ligero o una secreción de color marrón entre períodos. Ellos pueden bloquear el flujo menstrual normal o resultar lastimados durante el sexo, causando la liberación de pequeños sangrados. Algunas mujeres tienen defectos o malformaciones congénitas en sus órganos reproductivos. Las deformidades en el útero, el cuello uterino, la vagina, el himen, etc., pueden restringir la menstruación y causar solamente un flujo con sangre muy ligero. Además el cáncer de útero y el cáncer cervical son dos causas subyacentes graves que pueden provocar sangrado anormal entre períodos.
Cuando se ha producido el embarazo y el óvulo fecundado se adhiere al útero en el proceso llamado implantación, se puede experimentar calambres y un sangrado leve de color rosa durante uno o dos días. Muchas mujeres confunden esto con sus síntomas de síndrome premenstrual.
Algunas mujeres continúan experimentando la menstruación durante el embarazo temprano hasta que finalmente desaparece. Esto se debe a la cantidad insuficiente de hCG (gonadotropina coriónica humana), que al no interferir con los niveles de estrógeno, no detiene el ciclo menstrual por completo.
El sangrado ligero también puede ocurrir durante el segundo o tercer trimestre del embarazo. En este caso hay que ser muy cuidadosos porque podría tratarse de una condición peligrosa que implica la placenta. La placenta se encarga de proporcionar oxígeno y nutrientes al bebé, así como de la eliminación de sus residuos. Normalmente se encuentra unida a la parte superior del útero. Pero en algunos casos logra separarse parcial o totalmente, colocándose en la parte inferior del útero y obstruyendo el paso cervical. Esto puede causar complicaciones serias para el bebé durante el proceso de gestación y el parto.
Para finalizar nuestra recopilación sobre las causas más comunes del sangrado leve antes o después del período, haremos referencia a los trastornos que afectan las glándulas suprarrenales, la tiroides, la pituitaria y otras. Esos trastornos pueden afectar los niveles normales de estrógeno, causando sangrados intermitentes y períodos más ligeros, tardíos o ausentes.
Ante la presencia de un sangrado vaginal leve, de naturaleza constante e inexplicable, se recomienda acudir a la consulta ginecológica. Es importante asegurarse de que todo esté bien. En caso de existir alguna condición preocupante, el diagnóstico y tratamiento oportuno pueden hacer la diferencia entre una recuperación exitosa o un padecimiento crónico.