Cuando alguien te dice un cumplido ¿enseguida piensas que quiere algo de ti?
¿Por qué te cuesta aceptar una felicitación?
Por increíble que parezca, a muchas personas no les gusta que les alaben su ego. Se sienten incómodos ante los elogios, y no pueden evitar desconfiar de quien les brinda alguna forma de reconocimiento.
¿Eres tú una de esas personas? Porque si es así, aquí tienes algunas
razones por las que no soportas que te halaguen
La primera y principal es porque tienes un problema de desconfianza. Pero no sólo de desconfianza hacia los demás, sino sobre todo desconfianza hacia ti mismo.
En general, las personas que no soportan los cumplidos suelen tener problemas con su nivel de asertividad, con baja autoestima. Son las primeras en no dar aprecio a sus propios méritos, de ahí que cuando los demás los valoran positivamente reaccionen con suspicacia.
También puede tratarse de personas hiperresponsables, perfeccionistas, que han recibido una educación demasiado autoritaria. Criadas en ambientes familiares estrictos, rígidos, en los que la superación personal y los logros no eran valorados ni verbal ni emocionalmente.
Por ejemplo: ¿eres de los que piensan que "cuando un niño saca buenas notas, no hay por qué felicitarlo, que es lo que se espera de él, y punto"?
Quizá esto es lo que te ocurrió a ti... Pues bien, ten en cuenta que actuando así, lo más probable es que si de pequeños nos acostumbramos a que nadie aprecie nuestros esfuerzos ni nuestros méritos, lo más probable es que cuando alguien al fin lo haga, nos sintamos raros y extrañados, y que desconfiemos de sus intenciones.
¿Qué debes hacer si tienes este problema?
1º.- Reconocer que es tu actitud no es la normal.
Que cuando alguien te halaga no tiene porque ser necesariamente para conseguir algo, que sin duda muchos de los halagos serán merecidos.
2º.- Una vez más, potenciar tu autoestima.
Conócete y quiérete a ti misma para que no te sientas incómodo dejándote querer.
3º.- Aprende a controlar la ansiedad socialque te produce este tipo de situaciones. Haz ejercicios de relajación.
4º.- Prueba a realizar cumplidos de vez en cuando a otras personas.
Familiarízate con los elogios, con las emociones que producen en los demás y compáralas con las que producen en ti. Aprenderás a ser más receptivo y a aceptarlos con naturalidad cuando te los hagan a ti.
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