Tomarse el tiempo suficiente para mantener nuestro cutis cuidado de forma correcta, se trata de la alternativa más adecuada para evitar el envejecimiento prematuro y lograr que luzca radiante durante mucho más tiempo.
Cuanto demoras en realizar tu rutina semanal, ahorra tiempo ¡y aumenta tu conocimiento!
Y a pesar de que actualmente hay una industria cosmética que ofrece productos para cualquier tipo de piel, numerosas mujeres optan por los tratamientos naturales.
¿Cómo cuidar el cutis de forma natural?
Por suerte, hoy en día existen múltiples opciones para tener un hermoso y saludable rostro utilizando ingredientes que normalmente se tienen en el hogar, los cuales se consiguen con gran facilidad.En este post te decimos lo que necesitas saber para cuidar tu cutis a través de productos naturales que ayudarán a resaltar tu belleza.
Hablemos del cuidado natural del cutis, partiendo del hecho de que el mismo debe mantenerse limpio incluso si se utiliza mucho maquillaje.
Para lograrlo, resulta conveniente realizar una profunda limpieza cada semana o al menos hacerlo cada 15 días, usando vapores de varias hierbas aromáticas para después utilizar alguna mascarilla según el cutis que se tenga, ya sea normal, seco, graso o mixto.
De igual modo, es recomendable mejorar la alimentación y comenzar a usar tratamientos locales, sin olvidarse que es preciso refrescar el rostro con un poco de agua fría no solo con el fin de revitalizarlo, sino también de optimizar la circulación.
Mascarillas naturales para cuidar el cutis
Algunas de las mascarillas naturales, fáciles y rápidas de hacer en el hogar, las cuales es posible usar para cuidar del cutis y mantener la piel firme, radiante y libre de impurezas, son las siguientes:De pepinos para cualquier tipo de cutis
Se debe triturar completamente el pepino y después agregarle una clara de huevo. Luego hay que aplicarla sobre el rostro y dejarla actuar durante 15 minutos antes de retirarla, usando agua tibia.
Esta mascarilla permite refrescar, suavizar y nutrir el cutis.
Para un cutis arrugado y marchito
Es preciso mezclar una pequeña cucharada de aceite de oliva, una yema de huevo y varias gotas de limón (no se debe usar limón cuando se trata de un cutis seco). Se debe aplicar durante 15 minutos y aclarar el rostro con agua tibia o leche.
En este caso, la mascarilla ayuda a nutrir y tonificar el cutis.
Para cutis grasoso y/o con espinillas
Hay que mezclar una cucharada sopera de miel y 50gr de requesón para después aplicar la mascarilla durante 20 minutos; se debe retirar utilizando un algodón previamente empapado en leche.
Esta mascarilla permite refrescar y limpiar.
Para cutis que presenten poros abiertos
Se tiene que batir un huevo dejando la clara a punto de nieve y aplicarla sobre el rostro, dejándola actuar durante 10 minutos para después retirarla con un poco de agua tibia. Esta mascarilla debe usarse mensualmente para obtener una mejor flexibilidad y tono de piel.
Para hidratar la piel
Hay que mezclar una pequeña cucharada de germen de trigo, una de miel y una pequeña cucharada de harina de semillas de girasol, la cual en caso de no conseguir se puede reemplazar con semillas de girasol molidas.
Una vez preparada, se debe dejar reposar durante cinco minutos antes de aplicarla y permitir que actúe durante 20 minutos; se remueve usando un poco de agua tibia.
Para puntos negros
Deshacerse de los puntos negros se trata de una de las mayores preocupaciones que tienen muchas personas.
Afortunadamente, es posible eliminarlos de forma fácil, natural y asequible al preparar una sencilla mascarilla de leche tibia y migajas de pan. Esta se debe aplicar 1-2 veces por semana y dejarla actuar por 20 minutos.
Para pieles resecas
El yogur natural consiste en un ingrediente ideal para hidratar las pieles resecas mientras que se unifica su tono, de modo que es ideal para quienes presentan áreas enrojecidas alrededor del rostro.
Para usarlo, es posible aplicarlo durante 20 minutos o agregarle una cucharada de avena para conseguir un profundo efecto exfoliante.
Lurdes Sarmiento
Especialista en Nutrición en la Tercera Edad. Más de ocho años en redacción sobre tópicos relativos a la Salud.
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