- Histerectomía parcial: también conocida como supracervical, es aquella en la que sólo se extirpa la parte superior del útero dejándose el cuello uterino en su lugar.
- Histerectomía total: se extirpa por completo todo el útero y el cuello uterino.
- Histerectomía radical: en ésta se extirpa el útero, el tejido de ambos lados del cuello uterino y la parte superior de la vagina. Generalmente sólo se recurre a ella en caso de cáncer.
Existen muchas formas diferentes de llevar a cabo una histerectomía, todas ellas pueden llevarse a cabo gracias a una incisión quirúrgica ya sea en el abdomen o en la vagina.
Entre las razones por las que una mujer debe someterse a este tipo de cirugía se encuentran:
- Cáncer de útero, endometrial, de cuello uterino o de ovarios.
- Displasia cervical.
- Complicaciones durante el parto como, por ejemplo, sangrado incontrolable.
- Dolor crónico (prolongado) en la pelvis.
- Endometriosis grave que no mejora con los tratamientos habituales.
- Sangrado vaginal que no puede controlarse por los métodos habituales.
- Prolapso uterino.
- Miomas uterinos.
- Adenomiosis.
Además de los riesgos propios de una cirugía mayor, la histerectomía añade: una posible lesión a la vejiga o a los uréteres, dolor durante las relaciones sexuales, menopausia temprana o disminución de la libido.
¿Conoces a alguna mujer que se haya tenido que someter a esta cirugía?
Fuente: MedlinePlus