Hoy por hoy son muchas las personas que, por diferentes motivos, sufren de ataques de ansiedad. Es posible que esas personas se pasen gran parte de su tiempo anticipando lo que les puede llegar a ocurrir.
Estas personas no suelen disfrutar las actividades cotidianas ya que están centrándose en su cuerpo anticipándose a un posible ataque de ansiedad. Pensando lo que sucederá al sufrir un ataque o si llegan a perder el control generando un accidente. Demasiadas precauciones que en muchos casos no llegan a darse.
Antes de comenzar a tener ataques de pánico seguramente las personas no prestaban atención a las actividades y se realizaban de manera automática, pero ante esa situación no se puede quitar de la cabeza todos esos temores.
Los pensamientos que terminan teniendo un desenlace negativo se denomina ansiedad anticipatoria, la que podría llegar a interferir en la vida de manera que impida hacer algunas actividades de todos los días.
Para las personas con ataques de ansiedad el solo hecho de pensar en salir a la calle puede parecer un verdadero desafío y puede anticipar la posibilidad de tener un ataque al estar fuera de su vivienda.
Es normal que se sufra por anticipación, la evolución ha preparado al ser humano para afrontar las posibles amenazas. Es la manera que tiene el cuerpo de avisar acerca de un posible problema en el futuro al que se tiene que prestar atención.
La ansiedad anticipatoria, sufrida en cierto grado, es la que nos permite avisarnos acerca de una posible situación que requiere de la atención, así se podrá evitar llegar a un mal desenlace, un posible fracaso o pasar por un momento incómodo. El problema surge cuando se pasa todo el día anticipando en lugar de disfrutar las actividades presentes.
Es normal que quienes sufren de ataques de pánico que se pasen gran parte del día chequeando la mínima señal que lleve a pensar en la ansiedad para terminar provocándolo ellos mismos.
Cuando se está tan atento al cuerpo es fácil que un pequeño malestar inicie un ciclo de ansiedad y pensamientos que terminarán generando síntomas físicos. Los pensamientos se terminan retroalimentando con los pensamientos negativos y así sucesivamente hasta que aparece el ataque d pánico.
El propio miedo y la anticipación generan que la situación empeore, en esos casos es necesario tomar algunas medidas.
Tengamos en cuenta que la ansiedad anticipatoria se encuentra relacionada con los pensamientos y, si se sufren de ataques de pánico, los pensamientos estarán centrados con la posibilidad de tener un ataque de pánico y sus consecuencias.
Para lidiar con la ansiedad anticipatoria se podrán tomar algunas medidas. Por ejemplo, perder el miedo al que dirán y también perder el miedo a las consecuencias de un ataque de pánico. Son muchas las personas que evitan decir que tienen ataques de ansiedad, pero en realidad ocultar el problema es uno de los motivos de los pensamientos de anticipación y de los ataques de pánico.
No hay que tratar de negar ni evitar los pensamientos, tratar de evitarlos solo generará que crezcan, por eso una buena medida es dejar que se vayan tal como aparecieron sin darles demasiada importancia.