Aquí, como intento que nos caracterice, os vamos a dar unas pautas para que sepas todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad.
¿Qué es la anemia?
La anemia, simplificando al máximo, es falta de hierro en el organismo, hay diferentes tipos de anemia, pero la más común y extendida en el mundo runner, es la anemia feropénica por falta de hierro.
¿Por qué es tan necesario el hierro para el corredor?
Bueno, aquí puntualizo, el hierro es necesario tanto para el que corre como para el que no hace nada, ya que forma parte de la síntesis de hemoglobina, transportando el oxigeno de la sangre hacia el músculo y a las células. Pues dicho esto, veis que si encima estáis haciendo deporte a diario, sea aun mas necesario porque el propio organismo estará pidiendo más hierro para hacer la síntesis hablada.
¿Cómo la podemos notar y a que se debe?
Son muchos los síntomas, y lo difícil de todo esto es que lo podemos confundir con otra patología con mucha facilidad, por eso es recomendable hacernos reconocimientos médicos con análisis de sangre con habitualidad.
Pero aun así, los sintomas generales que podemos tener son fatiga excesiva durante el entrenamiento, mayor dificultad para recuperarnos de esfuerzos, irritabilidad, taquicardias, problemas en el sueño, falta de hambre, problemas de respiración…todo ello en mayor o menor medida dependiendo del tipo de anemia.
¿Qué podemos hacer para prevenir la anemia?
Vamos a tirar de sentido común, si la anemia la provoca la falta de hierro, tendremos que tomar…mmm…¡¡¡hierro!!!…vamos bien, pero esto lo podemos tomar de varias formas:
-Complejos vitamínicos que contengan hierro o vitamina B12 (previene la anemia)
-Suplementos de hierro (en cualquier herboristería lo encontrarás)
-Consume en tu dieta alimentos ricos en hierro (carnes rojas, en especial su hígado, marisco, legumbres en especial lentejas, espinacas.
-Consume alimentos ricos en vitamina C o B12, la C nos ayuda a absorber hierro con más eficacia y la B12 a prevenir su falta.
-Si estas recibiendo tratamiento médico, habla con tu médico, puede ser un efecto secundario de determinadas medicaciones.
¿Qué pasa si hago todo lo anterior y sigo con los síntomas?
Pues tenemos dos opciones, ir al médico a recibir tratamiento, que lo recomiendo siempre a la mínima molestia, automedicarse es muy peligroso, y aunque no nos vamos a morir de una intoxicación por tener los niveles de hierro por encima de lo recomendado, tenemos que ser serios con nuestro cuerpo.
La otra opción, en el caso de que tras hacerte una analítica este todo en orden puede ser algo puntual, la llamada Anemia del Corredor, que produce unos síntomas idénticos en el momento en el que hacemos ejercicio físico de forma intensa, provocamos que el flujo sanguíneo aumente considerablemente, obligando al corazón a enviar más sangre a los músculos que están ejercitándose, creándose un problema en el momento que la cantidad de glóbulos rojos que enviamos a dichos músculos sea inferior al demandado.
En el caso de las mujeres, tenemos que tener en cuenta que en momentos de embarazo o menstruación, es común tener el hierro bajo, así que ten en cuenta que nadie mejor que tu médico o ginecólogo para aconsejarte debidamente.
Por otro lado, elimina de tu dieta en el caso de tener este incordio el café, tomillo, poleo o te, entre otros, la presencia de taninos hace que se bloquee la absorción de hierro.