¿Cuántas veces hemos oído decir algo así como que una persona no engorda o no le pasa tal cosa por su metabolismo? Parece una frase hecha, pero ese metabolismo que mencionamos casi sin darnos cuenta existe. ¿Sabes lo qué es?
El metabolismo es el conjunto de procesos químicos que tienen lugar en las células para procesar la energía que necesitan. Diariamente gastamos (las células consumen para vivir) una energía vital, básica, llamada metabolismo basal, a la que hay que sumar la que se gasta dependiendo de nuestra actividad física. Esa energía se mide en calorías, por lo que si introducimos a través de la alimentación más calorías (energía) de las necesarias, y no realizamos actividad física, tenemos un exceso de energía que se acumula en forma de grasa.
Cuando se habla de tener un metabolismo rápido o lento, se refiere a cómo trabajan esas células para consumir la energía: por ejemplo, hay personas que en reposo tienen un gasto metabólico basal superior a otras, por tanto, hay quien tiene más o menos predisposición natural a ganar peso con facilidad.
Por otra parte, cambiar ese metabolismo es complicado. Se puede agilizar en algunos casos con deporte. Algunos tratamientos pueden trastocarlo, e incluso hay dietas que pueden hacer que se ralentice: al llegar menos calorías, el organismo intenta gastar menos, es decir, las células procesan la energía más lentamente. Es lo que se conoce como el efecto rebote.
Por supuesto, el metabolismo de cada persona es distinto. En él influyen factores hormonales o de la constitución muscular de cada uno. Además, la edad o el sexo son también claves para la rapidez o lentitud del metabolismo.
¿Cómo es tu metabolismo?