Prótesis de cadera. Consejos y rehabilitación.



La prótesis de cadera o artroplastia consiste en la sustitución total o parcial de la cadera por una articulación artificial. En España se realizan unas 30.000 operaciones de este tipo al año.

Anatomía de la cadera

La articulación de la cadera es una de las articulaciones más grandes del cuerpo. Es una articulación esférica,  compuesta por cavidad y esfera, por un lado el acetábulo y por otro lado la cabeza femoral. Junto estas estructuras encontramos numerosos tejidos blandos que acaban de formar la articulación ayudando tanto a la estabilidad como a la movilidad, estos son: cartílago, membrana sinovial, cápsula articular, ligamentos, tendones y bursa.

¿Cuándo necesitamos una prótesis de cadera?

La primera razón por la que se realiza una prótesis, es para eliminar el dolor crónico o deformidad que sufren pacientes de edad avanzada, que padecen alguna enfermedad degenerativa, mejorando su calidad de vida.

Artrosis de cadera (la más común)

Artritis reumatoide

Artritis traumática

Fractura cadera por osteoporosis

Necrosis avascular

Enfermedad de cadera en la niñez
Cuando se trata de gente de mediana edad, la causa más común es traumática (rotura de cadera por accidente)

La cirugía se recomienda cuando el dolor de cadera limita las actividades cotidianas, como puede ser caminar o atarse los zapatos, dolor en cadera que no se calma con el reposo (sea noche o día) o rigidez en la cadera que produce una limitación para levantarse; también cuando no se encuentra mejoría después de realizar otro tipo de tratamiento como son antiinflamatorios, fisioterapia o ayudas de bastones y caminadores.

La recomendación de la cirugía se basa en el dolor y la incapacidad, no en la edad. La mayoría de pacientes que se someten a la cirugía tienen entre 50 y 80 años, aunque se dan casos juveniles con éxito.

La operación dura unas horas y la estancia en el hospital normalmente va desde 3 a 10 días, siempre dependiendo de las condiciones del paciente. La recuperación total varía desde los 3 a los 6 meses.

Postoperatorio en el hospital

Es importante comenzar la rehabilitación con el fisioterapeuta tan pronto sea posible para obtener alivio del dolor y fortalecimiento de la musculatura. También es importante que se practique fisioterapia respiratoria para evitar complicaciones respiratorias, ya que la respiración suele ser poco profunda pudiendo provocar un prolapso parcial pulmonar, llevando a neumonías. Conveniente utilizar espirómetro.

La visita del fisioterapeuta comienza el mismo día de la operación o al día siguiente.  En esta etapa es importante que el fisioterapeuta explique al paciente consejos generales durante las primeras semanas para evitar problemas posteriores como puede ser la luxación de la prótesis, obligando al paciente a regresar al quirófano y retrasando más la recuperación. Entre las recomendaciones:

No cruzar las piernas

Colocar una almohada entre las piernas para evitar el cruce de piernas mientras se duerme o rotaciones en la cadera

No inclinarse mucho hacia delante cuando se encuentre sentado (mayor a 90º)

No acostarse sobre el lado sano, en los primeros momentos tampoco se debe hacerlo sobre el lado operado. Se comenzará "boca arriba" hasta que el médico aconseje otra postura

No efectuar rotaciones con las piernas, sobretodo atención a la rotación interna

No sentarse en sillas demasiado bajas, buscar alguna solución en caso de que la cama también lo sea

No viajar en coche si no es necesario las primeras 6 semanas
1. Ejercicios respiratorios: comenzamos por este punto ya que oxigena al paciente antes de realizar el ejercicio y lo relaja. Importante realizar respiraciones profundas.

2. Movilizaciones activo-asistidas: acostado el paciente en cama se pueden realizar flexión-extensión del miembro inferior sin sobrepasar los 90º de flexión de cadera, movilizaciones de rótula y movilización de la articulación de los tobillos. Yo aconsejo realizarlo en los dos miembros inferiores aunque el operado sea uno, siempre ayuda al bienestar en general y al sistema circulatorio después de una operación.

3. Ejercicios de fortalecimiento:

Flexión-extensión de tobillos, mejora el bombeo de sangre. Repetir mínimo 10 veces.

Extensión de rodilla. Boca arriba colocar una toalla doblada o un cojín debajo de la rodilla, presionar toalla o cojín estirando la rodilla y llevando los dedos de los pies hacia la nariz. Aguantar esta posición durante 5 segundos y descansar.

Flexión de miembro operado. Boca arriba arrastrar el talón por la cama hacia la cadera lo más que se pueda. Repetir 10 veces.
4. Masaje en pierna y glúteos si es necesario, y masaje en cicatriz.

5. ¡Vamos a ponernos de pie!

Para ponernos de pie lo primero que debemos de hacer es sentarnos en el borde de la cama. Es importante mantener estirada en todo momento la pierna operada. Primeramente hay que acercarse al borde de la cama lo más que podamos, ayudándonos de la pierna sana flexionada haciendo fuerza contra la cama y al mismo tiempo con nuestros brazos, bien sea con alguna sujeción colgante en la cama que en todos los hospitales suele haber, o con apoyo de los codos. El fisioterapeuta apoyará al paciente las primeras veces colocando una mano en la espalda para dar impulso, y con la otra acompañando la pierna para que se mantenga extendida y no se produzca ni rotaciones ni demasiada abducción. Una vez sentados en la cama, colocamos el andador delante y el paciente se impulsa con las manos y la pierna sana hasta colocarse de pie.

6. Para caminar dependerá de lo que haya indicado el médico. Si no deja apoyar, primeramente se utilizará solo muletas, pero en caso afirmativo, normalmente se comenzará con andador y posteriormente con las muletas.

Para utilizar el andador debe avanzarse primero éste, después avanzar la pierna operada y luego la pierna sana haciendo fuerza con los brazos para no cargar demasiado peso sobre la pierna operada.

Para cambiar de dirección no se debe girar sobre los pies, hay que dar pasitos pequeños apoyando primero el andador o muletas, la pierna operada y luego la sana.

7. Para sentarse en una silla o en el WC se recomienda que sea una silla con reposabrazos y no demasiado baja; la rodilla en ningún caso debe sobrepasar en altura a la cadera, en caso del wc incorporar un adaptador para aumentar la altura. Nos acercaremos hasta la silla o wc hasta tocar con el hueco poplíteo, soltamos el andador y colocamos las manos en el reposabrazos, estiramos la pierna operada hacia adelante y vamos bajando poco a poco hasta sentarnos completamente. Para levantarnos realizamos los mismos pasos, estiramos pierna operada, colocamos brazos en reposabrazos, y con la ayuda de la pierna sana y las manos nos elevamos.

¿Qué hacer en casa?

Una vez que dan el alta hospitalaria, hay que seguir con la rehabilitación en casa. En el traslado normalmente en el coche de algún familiar es importante colocar un cojín en el asiento. Nos colocamos de espaldas al asiento, estiramos pierna y vamos bajando poco a poco hasta sentarnos, echamos el asiento hacia atrás, giramos el cuerpo hacia el frente e introducimos las piernas con cuidado, si es posible la operada estirada. Importante que en el hogar se retire cualquier objeto que pueda resultar un peligro para el paciente como pueden ser alfombras, juguetes, cables, etc, así como utilizar un calzado adecuado, siempre mejor calzado cerrado que agarre bien el pie y no tenga riesgo a que se salga. Intentar no mantenerse sentado por más de una hora, levantarse y caminar o hacer alguno de los ejercicios.

En esta etapa el paciente tiene que seguir con los mismos ejercicios y mismo tratamiento que en el hospital e incluiremos algunos más:

Sentado en una silla hacer estiramientos de la pierna y colocarse sobre las puntas de los pies.

Detrás de la silla ponerse de puntillas, flexionar la pierna  hasta 90º, flexionar rodilla hacia atrás, realizar una mínima abducción, hacer pequeñas sentadillas.

En cama en decúbito supino con una pelota entre las piernas en flexión a nivel de rodilla, realizar contracciones apretando la pelota, también isométricos hacia la abducción, flexionando piernas elevar los glúteos, se puede primero con las dos piernas y luego extendiendo una pierna y que sea la otra la que haga fuerza para elevar el glúteo de la cama, incluir las aducciones y abducciones suaves siempre con el pie apuntando hacia arriba, con el paso de las semanas se puede introducir una pequeña resistencia. A partir de la 6 semana elevación de la pierna hasta 75º con la rodilla completamente estirada.
Es importante aprender en esta etapa a subir y bajar escaleras.  Para bajar primero bajar las muletas, después la pierna operada y por último la pierna sana, lo mismo que al caminar. Para subir se suben las muletas, la pierna sana y por último la pierna operada.

Al cabo de unas semanas se intentará cambiar del andador a las muletas, cuando estén las muletas dominadas se cambiará por un bastón que se utilizará como apoyo y para dar más seguridad, y poco a poco intentaremos retirar el bastón. Es importante que las distancias en las caminatas vayan aumentando día a día, y que las distancias pequeñas como desde la silla a la cama se empiecen a realizar sin bastón para ir ganando seguridad.

Os dejo unos vídeos muy relacionados con la prótesis de cadera, ya que son causas para la colocación de la prótesis.





 



Yessica Pérez Castro

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