Imagen: Gonm/Flickr
Uno de los problemas más comunes que puede sufrir, y de hecho sufren, las personas mayores es el dolor de cadera. Tal dolor suele deberse al desgaste de la articulación que une el fémur (la pierna) con la pelvis y que nos permite el movimiento. O lo que es lo mismo, la artrosis. Cuando el dolor se vuelve severo hasta el punto de incapacitar al afectado, se contempla la posibilidad de recurrir a una operación de prótesis de cadera. También se recurre a esta cirugía cuando por caídas o accidentes alguien se rompe la cadera y necesita ser intervenido.
De lo que trata esta operación de prótesis de cadera es de reemplazar la unión entre el fémur y la pelvis. Esta unión está formada por una esfera – la cabeza del fémur - que se inserta y se ajusta a una cavidad – el acetábulo – en la misma pelvis. Cuando se sufre de artrosis de cadera, lo que se daña es el cartílago que hay en la articulación y cuya ausencia provoca que se vaya desgastando tanto la cabeza del fémur como el acetábulo.
Para la operación de prótesis de cadera se reemplaza la cabeza del fémur por una esfera de metal o de cerámica, y el acetábulo por una cúpula de polietileno recubierta por un soporte metálico y que se inserta en la cavidad de la pelvis. Esto es lo que quedará anclado en el hueso y que hará que se recupere la movilidad que se había perdido.
El objetivo primordial es mejorar la calidad de vida del paciente, ya que de lo contrario su movilidad sería prácticamente nula y quedaría postrado en una cama la mayoría del tiempo. Además de la movilidad, se consigue aliviar el dolor, corregir deformidades y solventar la cojera.
Imagen: Cirugiaartroscopica.com
La operación de implante de una prótesis de cadera se ha desarrollado bastante y se trata de un procedimiento altamente seguro y que da muy buenos resultados. No obstante, para disfrutar de ellos es necesario seguir los ejercicios de rehabilitación que recomienden los especialistas y seguir una serie de pautas en el día a día:
- No arrodillarse ni agacharse.
- No levantar objetos pesados.
- Sentarse en superficies altas, que nunca quede la rodilla flexionada por encima de la cadera.
- No cruzar la piernas al sentarse.
- No flexionar la pierna mala para sentarse, acostarse o levantarse. Es mejor hacerlo poco a poco cargando el peso sobre la pierna buena y los dos brazos.
- Evitar la práctica de ejercicio sin consultar antes con el médico y no hacer movimientos ni giros bruscos.
- Evitar viajes en coche de más de una hora durante el primer mes y medio.
¿Conoces a alguien que se haya sometido a una operación para implantarle una prótesis de cadera? ¿Qué tal fue la recuperación y cómo mejoró la calidad de vida?
Fuentes: Stryker.es y Zimmerĺatinoamerica.com
Texto de Pablo Girón