Cuando eres nómada, es curioso cómo pasas por varias estaciones a la vez en poco tiempo. Los últimos 6 meses los he pasado entre España y Holanda, he estado cogiendo aviones prácticamente cada semana, y aunque me encanta viajar (y este siempre ha sido mi sueño), me he dado cuenta de que a veces viajar cansa, sobre todo por el hecho de hacer y deshacer la maleta, pensar qué cosas llevar, que todo quepa en poco espacio, acostumbrarse al clima y comida de otro lugar, etc. Me he llegado a desesperar muchas veces, lo reconozco. No suele pasarme a menudo, pero sí ante viajes frecuentes.
Cuando terminé mi curso en Madrid hace unas dos semanas, cogía el avión de vuelta a Holanda, saboreando los últimos retazos de primavera, de calor, de árboles en flor, hermosos almendros, que un día me sorprendieron con su majestuosa belleza desde el coche, mientras iba conduciendo por la M-40, rumbo a mis clases. La primavera me emociona.
Pero al llegar a Holanda descubro para mi asombro que todavía no hay ni rastro de ella: muy pocos árboles muestran por ahora hojas verdes. Ayer vislumbré un sauce solitario, en medio de una mañana entre soleada y gris, adornando tímidamente el canal principal de Utrecht. Me dirigía a la biblioteca.
Las bibliotecas en Holanda tienen algo especial, cafetería incluida (los holandeses son la nación que más café consume en el mundo, de hecho el olor a café es lo que caracteriza sus calles). Me pedí un capuccino pequeño y me senté cerca del ventanal, enfrente de una señora simpática que resultó ser uruguaya y que llevaba 25 años en Holanda dando clases de español; con ella tuve una pequeña charla acerca de corrupción política en el mundo. Le dejé mi web y tal vez algún día la visite y pueda leer este artículo en el que la menciono.
Ella me preguntó a qué me dedico y sentí como un vuelco por dentro; ahora entiendo muy bien a una blogger que sigo de cerca, Déborah Martín, que no sabía explicar bien a desconocidos a qué se dedicaba exactamente. Cuando antes me preguntaban por mi profesión, me sentía incómoda, porque había estudiado una carrera y trabajaba de otra cosa. Pero ahora, a pesar de que esté orgullosa de lo que hago, no puedo decir que esté viviendo aun de ello. Le comenté que estaba empezando a emprender online y por un momento tuve miedo de que tal vez pensara que estaba loca.
Y es que emprender no es fácil; nos enfrentamos a nuestra mayor enemiga, la temida procrastinación. Así que este post, que espero sirva de reflexión a mis lectores, va a ser también mi pequeña guía de trabajo para los primeros pasos, mi proceso de autocoaching personal.
Disciplina
Se necesita de muchas cosas para emprender y no perderse en el camino. Y la primera de ellas es la disciplina. Tengo un plan de acción para los próximos seis meses, un plan que había preparado en mi proyecto fin de curso y sin embargo aun no me he atrevido a abrir el documento con la información. Siento cierta ansiedad ante el gran paso. Sé que tengo que hacerme una lista de tareas, o al menos ceñirme a la que tengo ya preparada, pero algo en mí me impide dar este primer paso. Ya lo sabéis: necesito un Coach.
Vencer miedos
¿Qué me está limitando, cuál es mi mayor miedo? Tal vez sea la posibilidad de fracasar. De no conseguir mi objetivo. Pero si no pasa nada. Lo importante es empezar y lo sé. Lo importante es hacerlo y si no funciona, cambiar de estrategia. Suena tan fácil, ¿verdad? Pues no lo es. Ay, esos impedimentos internos.
Estrategia
Si bien es cierto que he preparado mi proyecto fin de curso con una temática de emprendimiento específica (Coaching para el Cambio y la Realización Profesional), creo que mi propuesta de valor va más allá del mero cambio laboral. Me encanta tratar temas como la autoestima, la motivación, incluso lo espiritual o sentido de la vida; aparte de que me encanta viajar y estoy viviendo lo que se entiende por vida nómada. Debo crear distintos targets o productos específicos para ese tipo de público.
En este punto me vendrá muy bien ver los vídeos sobre la estrategia online de Leticia del Corral, una blogger que recomiendo. Es especialista en el tema del emprendimiento y explica paso por paso cómo crear la propuesta de valor, tu público objetivo, marketing y mucho más.
Enfoque
El peligro puede estar en dispersarme demasiado y tratar de llegar a distintos tipos de público a la vez. Pero sí puedo hacerme un calendario en función de aquello que más me gusta. Tengo varios formatos: artículos, vídeos y en un futuro cercano pienso lanzar un podcast junto a mi marido. Ya hemos encargado el logo para la futura web, os va a sorprender y espero que también gustar, sobre todo si vivís en España.
Calendario
Para no dispersarme tanto, voy a crear un calendario que pueda cumplir y he decidido que voy a publicar 3 veces por semana (qué locura, pero en realidad es lo que más me gusta: escribir). Y cada día de la semana lo voy a dedicar a temas específicos:
Vida Nómada (contando mis experiencias en el extranjero),
Artículo de la semana (como los artículos habituales que he estado escribiendo hasta ahora)
Vídeo o Podcast, es decir contenido multimedia, acompañado de un mini-post explicativo.
Networking
Es mi tarea pendiente, como lo comentaba ayer en este post que me había gustado. Si bien es cierto que siempre he congeniado fácilmente con las personas y no me ha costado hacer amigos, cuando se trata de hacer amigos para negocios (o sea, cultivar mi red de contactos), me es muy difícil, porque siento que no estoy siendo honesta con mis verdaderos propósitos. Y para mí la honestidad y la transparencia son muy importantes. Supongo que no sólo me pasa a mí.
Sin embargo, conozco a personas que son brillantes con el networking, les sale de una manera natural. Como todo, se puede aprender, no me cabe la menor duda. Creo que incluso aquí un proceso de coaching puede servirme de gran ayuda. Aunque sea Coach, soy ante todo persona, y sigo teniendo mis limitaciones, mis miedos, inseguridades y yo también necesito de Coaching
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