El Método Feldenkrais utiliza el movimiento para comunicarse con nuestro sistema nervioso. Los nuevos patrones de movimiento reconectan las neuronas en el cerebro. Para habilitar este cableado, el cómo nos movemos es tan importante a saber cómo lo estamos haciendo.
Prueba este pequeño experimento:
Quédate de pie y nota como el peso de tu cuerpo se distribuye sobre tus pies. Sientes más peso en un pie que en el otro? Cambia el peso de una pierna a la otra. Un lado se siente con más apoyo que el otro? Camina un poco, es un lado más fácil o más suave que el otro?
Acuéstate sobre tu espalda con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Inclina tus piernas a un lado a tu velocidad normal y con total comodidad. Continúa inclinando hacia el mismo lado durante 5-10 repeticiones. Entonces rueda, ponte de lado, siéntate y lentamente ponte de pie. Ha cambiado algo? Vuelve a pasar el peso de una pierna a la otra y siente cómo es ahora. Hay alguna diferencia en el apoyo? Camina un poco y nota qué lado es más suave o más fácil, qué diferencias hay entre una pierna y la otra.
Regresa al suelo, sobre tu espalda con las rodillas dobladas y los pies apoyados. Ahora inclina tus piernas hacia el otro lado. Asegúrate de hacer que la inclinación sea lenta, suave y sin llegar al límite. Tómate mucho tiempo, como si te estuvieras moviéndote a cámara lenta. También puedes hacer el movimiento mucho más pequeño que del otro lado. Después de unas cuantas veces, intenta ir aún más lento y suave. Presta atención a cómo cambia el contacto de tu cuerpo en el suelo y a qué altura sientes que el movimiento sube por la columna vertebral desde la pelvis hacia tu cabeza.
Rueda hacia un lado, siéntate y ponte de pie. Qué cambios sientes? Cómo se distribuye el peso sobre tus pies? Mueve el peso de una pierna a otra. Notas más diferencia que el otro lado? Anda un poco y observa qué lado está más suave ahora? El inclinar las piernas más lentamente creó más cambios?
En qué lado sentiste más de un cambio? La mayoría de la gente sentirá una mayor diferencia y más conexión en el lado que hicieron el movimiento más lento. Esto tiene que ver en cómo funciona el cerebro.
Nuestra habilidad de pensar y movernos es mucho más rápida que cómo nos sentimos. Hay un tiempo de retraso entre los movimientos normales y la percepción de ellos. Moverse a velocidades habituales, marcarán automáticamente patrones de movimiento habituales. Por lo tanto, es necesario ralentizarse para que la comunicación del movimiento se sienta mas claramente. Suavizar el movimiento te permitirá una mayor sensibilidad de ti mismo y de tu entorno. Esto te ofrece la oportunidad de explorar y descubrir nuevos patrones de movimiento. Lo que a su vez, creará nuevas conexiones en tu cerebro.
La exploración de movimientos suaves y lentos estimula el sistema nervioso para crear nuevas posibilidades con una disminución del dolor y una mayor flexibilidad física y mental. Feldenkrais Barcelona
Recuerda, para que el cerebro ¨crezca¨, debes ir despacio. Practica el arte de ir lento con las clases y talleres online.
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