La calabaza pertenece a la familia de las cucurbitacias, con más de 850 especies distintas. Hay muchos tipos de calabaza, cada uno de ellos adaptado al medio en el que crecen. De forma esférica y achatada, ovalada y alargada, y de color anaranjado, amarillo o verde, la calabaza tiene infinidad de virtudes.
De acuerdo con la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), la calabaza contiene aproximadamente un 90% de agua, un 20% de proteína, un 70% de hidratos de carbono en forma de almidón la mayoría de ellos, y un 13% de grasas, la mayoría poliinsaturadas. Si la calabaza ya es de por sí muy interesante desde el punto de vista nutricional, no lo son menos las semillas que tiene en su interior. Son, incluso, una parte más interesante que la calabaza.
¿Por qué son interesantes las pipas de calabaza? Solo una taza de semillas enteras tostadas, sin sal, aportan valiosos nutrientes: solo unas 280 calorías contienen casi 12 gramos de proteína, más de 12 gramos de grasa y cerca de 12 gramos de fibra dietética.
Como recordábamos en un artículo anterior, las pipas de calabaza pueden ayudarnos a mantener la presión arterial y el nivel de azúcares en la sangre bajo control. Pero también son interesantes por su aporte de:
Como cualquier otro fruto seco, el consumo de pipas de calabaza siempre será más beneficioso si las tomamos al natural, más que si optamos por la versión salada o frita. La opción más eficaz para beneficiarnos de todas estos propiedades es sacarlas de las entrañas fibrosas de la calabaza porque son más bajas en sodio y contienen más minerales que las hacen más nutritivas.
En este artículo te explicamos cómo puedes quitarlas y prepararlas en casa; puedes mantener las pipas tostadas más frescas en un recipiente hermético unos tres días. Puedes utilizarlas para infinidad de platos: sobre ensaladas o guarniciones de verduras, como tentempié o picoteo más saludables y con otros frutos secos para crear una mezcla.
Si optamos por comprarlas, deberemos priorizar las semillas crudas por encima de las saladas. Suelen comercializarse envasadas en atmósfera protectora, por lo que, una vez abrimos el envase, es recomendable pasarlas a un recipiente para que queden bien herméticas.
Para alargar un poco más la conservación, es mejor almacenarlas en un lugar oscuro, seco y fresco, lejos de la humedad y del exceso de calor. Deberemos fijarnos en la fecha de envasado y de consumo preferente.
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Original:Pipas de calabaza, el tentempié saludable
Tags: comer sano