Mantener una piel joven a cualquier edad,sin arrugas, luminosa, suave y tersa no es tan difícil como pensamos. Lo único que hemos de hacer, es seguir una rutina de belleza, acostumbrarnos a unos hábitos y procurar evitar otros. Veamos las reglas más importantes para conseguir una piel perfecta.
Irnos a la cama sin limpiarnos la cara:
Esta es la regla de oro, sobre todo si nos maquillamos. Tenemos que limpiarnos la cara si o si, nos maquillemos o no. La piel se mancha por el sudor, la contaminación, el polvo, el humo etc. Todos esos residuos se van acumulando en nuestro rostro, no lo vemos, pero ahí están, siendo los causantes de taponar los poros, provocando la aparición de granitos, la falta de luminosidad, etc. Hacernos una exfoliación semanalmente, esto es primordial para la eliminación de las células muertas e impurezas y lucir una piel radiante y suave.
Usar diariamente un serum, una crema hidratante y nuestra crema de noche, sin olvidar el contorno de ojos, debemos ser muy constantes en la aplicación de las cremas y no ir cambiando según las vayamos gastando, si queremos ver unos resultados óptimos, protegernos del sol, tanto en invierno como en verano. es importantísimo para mantener a raya los radicales libres.
Jamás nos tocaremos los granitos ni las espinillas, puntos negros, podemos provocarnos infecciones, señales etc. que al final son mucho peores que los granitos, por lo tanto dejemos que se sequen solos.
Debemos de dormir las horas suficientes, mientras dormimos, la renovación celular de la piel es mucho más elevada que por el día. Por eso, si dormimos pocas horas, además de tener aspecto cansado –lo cual nos envejece– nuestra piel sufrirá de envejecimiento prematuro. Intenta dormir entre 6 y 8 horas al día.
Volvemos a lo de siempre: es imprescindible llevar una alimentación equilibrada y variada que incluya frutas y verduras, ya que las vitaminas y minerales de estos alimentos son imprescindibles para mantener una piel sana y radiante.
Olvidarnos de beber agua. Por muchas cremas que usemos debemos hidratarnos bebiendo ocho vasos de agua al día, (más en verano) ya que la piel, no estará lo suficientemente hidratada si no bebemos. Nos ducharemos diariamente con agua templada, ya que el agua caliente nos quita la grasa y aceites que tiene la piel.
Al igual que en la cara, en el cuerpo también nos pondremos diariamente nuestra crema hidratante.
Si seguimos estas reglas seguro que nuestra piel nos lo agradecerá, y cuando te mires al espejo te sentirás mucho mejor, con una piel sana y luminosa.
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Un saludo.
Mari Carmen
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