Todos nosotros, sacamos conclusiones e interpretaciones de situaciones cotidianas, y estas interpretaciones, a menudo, hacen que suframos innecesariamente, creandonos ansiedad, cólera, enfado, etc.
Pero, ¿Cómo llegamos a estos pensamientos distorsionados y Qué tipos de pensamientos distorsionados hay? Pues vamos a explicar algunos de ellos:
- Filtraje: Sólo vemos un elemento de la situación y excluimos el resto. Cuando solo nos fijamos en los detalles negativos y los magnificamos. Por ejemplo: "No me lo voy a pasar bien en la fiesta porque no podré comprarme un vestido nuevo".
- Pensamiento Polarizado: percibir las cosas en extremos, no hay un término medio. Por ejemplo: "He quemado la comida. Soy un mal cocinero".
- Sobregeneralización: Generalizar; por ejemplo: "Me han echado del trabajo, nadie va a querer contratarme".
- Interpretación del Pensamiento: Interpretar lo que alguien piensa o dice de nosotros, sin ni siquiera hablar con él y preguntarle. Por ejemplo: "Esta riendose y seguro que se ríe de mí".
- Visión Catastrófica: Se espera que pase siempre lo peor, negatividad. Por ejemplo: "Y si pincho una rueda y no llego a la cita".
- Personalización: Pensar que todo lo que hacen o dicen los demás esta relacionado conmigo. Por ejemplo: "No viene a la fiesta porque estoy yo".
- Razonamiento Emocional: Creer que todo lo que sentimos es real. Que todo lo negativo que sentimos es verdadero porque así lo siento. Por ejemplo: "Me siento inferior, así que debo serlo".
- Culpabilización: Pensar que sólo los demás son culpables de nuestro sufrimiento, o por otro lado, nos culpamos a nosotros mismos de todos los problemas ajenos. Por ejemplo: "Mi compañera tiene la culpa de que yo no ascienda en el trabajo".
- Debería: Regirnos por reglas inflexibles, están regidas por las palabras: "Debería", "Habría que", "Tendría".
Estos son algunos de los pensamientos distorsionados que usamos en el día a día sin darnos cuenta, sacando conclusiones anticipadas o malinterpretando, asi que siempre es mejor preguntar y hablar antes de sacar conclusiones no acertadas y sufrir por ello.