El primer acercamiento debe estar centrado en responder algunas preguntas básicas sobre los objetivos de la clase. ¿Qué buscamos que sean capaces de lograr los alumnos y alumnas? Una respuesta podría ser el conocimiento y control de la manera más completa posible de sus propias realidades corporales, así como lograr una identificación conductual y psicológica a través del movimiento y la motricidad en general.
También es importante enseñarles a valorar y aceptar las realidades corporales, conociendo sus puntos fuertes y débiles, pudiendo así trabajar sobre sus limitaciones y sobre sus posibilidades reales de aprendizaje y crecimiento. Los objetivos son muy variados, ya que también se puede enfocar la atención en la valoración y aplicación de recursos expresivos a través del propio cuerpo que trascienden el lenguaje hablado y escrito, pudiendo utilizar nuestro propio cuerpo como vehículo para crear sentidos.
Siguiendo con los objetivos que establecemos como docentes a la hora de enseñar educación física, es importante trabajar también con las destrezas y los patrones motrices correspondientes a determinadas disciplinas deportivas y a edades específicas. No le pediremos el mismo tipo de precisión en los movimientos a un estudiante de 9 años que a uno de 17, por ejemplo. Por eso el conocimiento debe ser enseñado de forma gradual, dando tiempo a los alumnos y alumnas para incorporarlo y luego seguir construyendo a partir de allí.
Muchos docentes también abordan como objetivo de la enseñanza la importancia del juego. A través de la educación física es posible vincular al alumnado con nuevas formas de jugar y actividades deportivas que quizás no hayan probado antes. De allí que sea tan importante darle un espacio a la educación física para que se expanda y aborde deportes, juegos y técnicas que van más allá de simplemente darles una pelota para el fútbol o el handball. Hay una gran variedad de otras disciplinas esperando ser, aunque sea, conocidas por los alumnos y alumnas, y que luego ellos sean los que elijan lo que realmente les gusta.
El aprendizaje de la educación física en las escuelas es cada vez más importante, en un mundo donde las nuevas tecnologías parecen estar alejando a las personas de la actividad física. La escuela tiene la responsabilidad de acercar a los alumnos y alumnas al deporte, al juego y a la actividad socializadora de los deportes en equipo. Los docentes en educación física tienen mucho material para analizar y diseñar clases que resulten atractivas para el alumnado, llegando así a despertar el interés por diferentes actividades que en el futuro pueden convertir a un alumno en un gran deportista o simplemente en una persona que aproveche al máximo su cuerpo con actividades que le generen disfrute y emoción.
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