Dicen que en la enfermedad, en la pobreza y en los fracasos se conoce tu verdadera esencia y en el deporte no es la excepción y cuando un deportista tiene un mal día el derrotarse y dejarse vencer lo hace débil pero aquel que se levanta de ese kilómetro mal logrado, esa carrera sin terminar o ese pensamiento que le impidió avanzar, es aquel que termina siendo un ganador.
Hablar de Fran es hablar de grandezas, de logros, de superación pero hoy, sólo puedo hablar de lo que el pasado sábado me enseñó.
Dicen por ahí que dios los hace y ellos se juntan y tengo la fortuna no sólo de trabajar con él codo a codo si no también, haber forjado una linda amistad y que día a día tanto él como todos los deportistas trasplantados que he conocido me enseñan que por muy gris que sea el día, a la mañana siguiente, sale de nuevo el sol.
Recogida de dorsales Madrid-Segovia 2016
La jornada comenzó muy temprano. Me desperté a las tres de la mañana y junto con el cavernícola partimos rumbo a la salida de la Madrid-Segovia. En punto de las cinco, un poco más de 600 súper atletas comenzaron la faena y la locura mejor dicho, de recorrer 100 kilómetros hasta Segovia. Entre ellos Fran.
Fran Sanz y su tío Admin
Cuando me comentó que haría la prueba, debo confesar que me sentí nerviosa, con miedo y más porque hacer una prueba en la que la disciplina no es la tuya, pues lo considero arriesgado y si a eso le sumas 100 kilómetros pues locura extrema. Pero bueno es Fran y ponerse retos es su segundo nombre. Durante varias semanas fui testigo de su preparación, su disciplina, su empuje, y hasta de su nerviosismo. Preparamos un par de entrevistas, una sesión de fotos y hasta una grabación para el documental IronMen donde es uno de los protagonistas. Se veía preparado, nervioso, exhausto pero deseosos de la gran prueba que se avecinaba.
El día llegó y a las cinco de la mañana comenzó el recorrido. Lo fui siguiendo hasta donde el tren lo permitía. Mientras tanto, vía telefónica me iba avisando de su localización. Aunque me considere una deportista amateur, más amateur que deportista ja. Sigo sin tener nociones claras de los kilómetros y el tiempo pero 26 kilómetros en dos horas y cachito en la montaña, una locura ¿no crees? Poco antes del km 50 me dijo que se sentía mal, la rodilla comenzaba a fallarle y no podía correr. Llegó al km 64,4 y por fin pude verlo. Llegó andando y bastante tranquilo. Pulsaciones bien, cabeza bien, cuerpo bien, hidratación bien. Vaya todo era perfecto con el pequeño detalle de que ya no podía correr.
La primera pregunta de ¿quieres seguir? llegó y sin pensarlo dos veces dijo, caminando pero sigo.
Punto crítico: Cercedilla KM 64,4
Cual equipo de SkyTeam, el crew de IronMen lo acompañó en todo momento. Él a pie y ellos en bicicleta. Santiago el director (que también está algo loco por el deporte) vivió la Magovia con él desde el km 64,4.
Las horas pasaban y se avanzaba poco. Llegué a Segovia a las 16:00 horas y el tiempo estimado era de “faltan dos horas para que entre a meta”. La espera, eterna; entre el madrugón y el nerviosismo de irá bien. Casi dos horas después hablé con él y tras varios argumentos y un ir y venir de “vamos tú puedes”, tomó la mejor decisión. Parar.
Aceptar el fracaso y la satisfacción de haberlo intentado.
Escuchar lo que tu cuerpo dice es ganar. Él decidió parar porque sabía que sí seguía podía perder y mucho. Aprendió que la decisión de comenzar tan rápido la prueba no fue la mejor y que para este tipo de carreras es mejor ir “despacio, que llevo prisa”. Eso que dicen que los mayores tienen esa templanza y paciencia para este tipo de pruebas, pues es real. La madurez de dosificar esfuerzo, llega con los años. Ejemplos miles.
Prohibido rendirse. Respira hondo y sigue
Hoy Fran se levantará más fuerte que ayer, con mejor cabeza y sobretodo con esa seguridad de que volverá a esa prueba para conquistarla, tal como ha conquistado no sólo la enfermedad, la lucha diaria post trasplante, el Iron Man, el día a día, los inmunosupresores, las caídas de la bici, los mundiales de Sudáfrica, los europeos en Vantaa, las diferentes pruebas de triatlón y duatlón y hasta los nacionales en las dos ocasiones en los que ha participado. Fran se levanta porque si un tratamiento de diálisis no pudo vencerlo nada lo hará.
Gracias Fran por enseñarnos con tu ejemplo que la derrota de hoy es la victoria de mañana y porque por muy gris que sea el día, mañana será un buen día para volver a empezar.
En algún lugar del Km 75
Aprovecho para agradecer a Isabel Roselló no sólo por los bastones para que pudiera seguir, también por los consejos, a Reyes y Flor de Workouturbano por ayudarme a rescatarlo en el km 85, curvas incluidas. A la organización de la Madrid-Segovia por auxiliarlo a Santiago, Merkel, Laura y Gerardo del equipo de IronMen por estar con él desde las 4 de la mañana y seguir hasta que paró. Gracias también a los medios que nos han llamado no sólo por una noticia sino por preocuparse por él así como a sus amigos y familiares que no lo dejaron solo en ningún momento. Mención especial al coach deportivo Arturo Velasco por hacer magia y decir las palabras perfectas cuando más se necesitaban.
Ha nacido para vencer. Tenemos Fran para rato.