Las etapas de la vida son evidentes a partir de la huella del paso del tiempo porque los años producen un efecto directo en el organismo. Sin embargo, más allá de la edad, siempre podemos tener en nuestro interior la fuerza de aquel niño que un día fuimos. La vejez es una de las etapas más complejas a nivel emocional porque a pesar de que en este momento la persona tiene la sabiduría de la experiencia, también es consciente de que tiene más pasado que futuro. Y esto cambia la propia perspectiva para vivir de forma muy positiva el presente. El poder del ahora es intenso desde esta premisa.
El reflejo de la niñez en la vejez
A través de YouTube podemos conocer anécdotas de vídeos que adquieren un significado especial por matices específicos. Es habitual ver a muchos niños saltando a la comba en el patio del colegio, un ejemplo de juego en la calle que pasa de generación en generación a lo largo de las décadas. Sin embargo, las protagonistas del vídeo que puedes ver a continuación son personas de avanzada edad que recrean la diversión de este juego infantil demostrando una gran agilidad, pero también, una gran valentía. Porque allí donde otras muchas personas hubiesen visto límites, frenos y miedos, ellas se han animado a intentarlo. ¡Y este ha sido el resultado de esta experiencia vital compartida en YouTube!
El ejercicio físico es una de las experiencias apetecibles en cualquier momento vital. Sin embargo, es recomendable elegir el ejercicio adecuado de forma adaptada a cada edad. En el caso de este vídeo se observa algo significativo, la amistad como valor social que perdura más allá del tiempo. El ser humano es social por naturaleza y disfruta compartiendo su vida con los demás. Este ejercicio tiene el inconveniente del riesgo de caída al tropezar con la cuerda.
Existen muchos tipos de edadismos que nos condicionan socialmente. Los edadismos son aquellas creencias que nos llevan a creer que a determinada edad no se pueden hacer ciertas cosas. Y lo cierto es que, en un salto en el tiempo, esta escena podrían estarla viviendo un grupo de niños que juegan en la calle en una tarde de primavera. Existen recuerdos que perduran durante toda la vida de forma prácticamente instintiva. Y muchos de los aprendizajes y habilidades adquiridas en la niñez perduran a lo largo del tiempo. Andar en bicicleta o saltar a la cuerda son algunos de los ejercicios más sencillos pero más frecuentes en las tardes de primavera y verano, momentos marcados por las temperaturas muy agradables.
Mujeres de la tercera edad saltando a la cuerda
A continuación, puedes disfrutar de este vídeo que ha despertado el interés de tantas personas a través de internet. Un vídeo que transmite juventud, buena energía, buen ánimo, alegría y mucho sentido del humor.