Los masajes relajantes se realizan aplicando determinados niveles de presión en puntos del cuerpo donde se va acumulando la tensión. De esta forma, se busca reducir y eliminar la tensión muscular y articular, permitiendo un mejor descanso para el paciente. El sentido del tacto es la clave para que un buen masajista aplique sus técnicas y ayude en la relajación del paciente.
Masaje sueco
Quizás la técnica más extendida y popular, esta técnica usa de forma exclusiva las manos para estimular zonas profundas del cuerpo, aliviar la tensión y distribuirla para su eliminación. Los masajes relajantes se utilizan para enfrentar dolencias y molestias físicas muy variadas, pero también pueden ayudar en la recuperación de lesiones y para afrontar manifestaciones psicosomáticas. Estas últimas se conocen también con el nombre de presiones emocionales o estrés acumulado.Pasos previos para comenzar el masaje relajante
Un primer paso, para generar el ambiente propicio para la experiencia del masaje, es una conversación relajada mientras realizamos la preparación del espacio. La idea es generar un entorno de calma y confianza, ayudando al paciente a desconectar y así estar propenso a la relajación.La iluminación del espacio de trabajo también influye, ya que debe ser suave, pero no tenue. Si hay iluminación en exceso se genera mayor tensión y atención, impidiendo que se logre la desconexión con el entorno. También tiene que haber una temperatura adecuada y, en algunos casos, puede ayudar la utilización de música de ambiente. El objetivo final es lograr un espacio cómodo que no se sienta sobrecargado.
Utilización de aceites esenciales y ungüentos
Para conseguir los mejores resultados en un proceso de masajes relajantes, es recomendable utilizar aceites esenciales y ungüentos de primera calidad. Estos productos tienen ventajas en el cuerpo, ya que su absorción se va realizando gradualmente, tienen efectos desinflamatorios y ayudan a reactivar la circulación sanguínea.Su aplicación es sencilla, debemos utilizar algunas gotas en nuestras palmas y luego distribuirlas por la zona a trabajar. Algunos de los aceites esenciales más recomendables para una terapia de masajes relajantes incluyen: Camomila
Eucalipto
Romero
Orquídeas
Menta
Limón
Lavanda
Bergamota
Consejos para la práctica del masaje relajante
La presión y los movimientos del masaje no deben ser de gran intensidad. La suavidad y una presión controlada son los aspectos más importantes para alcanzar un buen resultado en la terapia de masajes.
También hay que prestar atención a que nuestras manos no se alejen del cuerpo por periodos de tiempo muy prolongado. El tacto continuado es uno de los factores que influye en la relajación general del cuerpo.
La persona que masajea también debe estar relajada y cómoda, con una buena disposición. De lo contrario, la tensión será transmitida al paciente que está recostado en la camilla.