Durante varias décadas, muchos analistas de todo el mundo han afirmado que lo que pasa en nuestra mente afecta también a nuestro cuerpo. Pensamientos negativos y una actitud negativa conducen a un bajón animico: nuestras cabezas caen, nos hundimos en nuestros hombros y nuestra respiración se vuelve superficial.
De hecho ha quedado definitivamente demostrado que se dispara una gatillo y se desencadenan reacciones fisio-biológicas, que están diseñadas para hacernos sentir de esa manera.
Por otro lado, sin embargo, los pensamientos positivos y actitudes positivas nos hacen sentir bien: nuestras cabezas se elevan, y tendemos a buscar con mentalidad abierta todo los bueno y productivo tendemos a manejar el estrés eficazmente.
En conclusión, nuestro cuerpo es afectado directamente por nuestro estado mental. Pero considera esto: investigaciones recientes revelan que el cuerpo también tiene la capacidad de afectar a la mente!.
Por consiguiente, eso lo exterioriza cada uno en la forma en que caminamos, la manera en que hablamos y la forma en que proyectamos nuestro propio yo. Esto afecta nuestra actitud y nuestra mente en una gran medida. Si siempre permanecemos rectos, con el pecho firme y respiramos profundamente, son mayores las posibilidades de proyectar una actitud positiva. Por otro lado, si bajamos los hombros, y tenemos un perfil disminuido, probablemente estemos pasando por una fase más bien estresante y depresiva.
Controlar Nuestras Emociones es el Paso Fundamental
Una interesante conclusión de todo esto es que podemos controlar nuestras emociones aunque nuestras acciones corporales y posturas no sean las mas idóneas. Por lo tanto, si queremos sentirnos positivos todo lo que tenemos que hacer es cambiar nuestra postura corporal.
Aunque esto puede variar ligeramente de persona a persona, los componentes generales de un estado de ánimo positivo son más o menos los mismos: la cabeza en alto, hombros tirado atrás y respiración profunda, el pecho elevado y una sonrisa permanente.
Recuerda siempre que el "movimiento crea emoción". La forma en que nos movemos y los cambios que introducimos permantemente influyen en nuestra manera de pensar, sentir y comportarnos. El más mínimo movimiento de un músculo facial puede afectar nuestras emociones.
La Sonrisa y su Efecto en el Estrés
Incluso el simple acto de sonreír puede hacer una diferencia enorme en nuestro estado anímico. Una extensa investigación en esta área demuestra que sonreír es una una reacción biológica que afecta a todas las partes del cuerpo. Estimula el corazón y los pulmones. Aumenta el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. Influye en algunas funciones del cuerpo como el órgano excretor ayudando a expulsar algunas toxinas dañinas. Imagine sus consecuencias de largo alcance, de hecho muchos médicos son de la opinión que quince minutos de risa ligera al dia, puede aumentar su vida útil por aproximadamente 5-10 años.
El punto de conclusión es el siguiente: nada sucede por casualidad. todos hemos sido creados de una manera muy científica. Cada gesto, cada momento en el cuerpo tiene algún propósito: algunos hacernos sentir miserables, dudar de nuestras capacidades y maldecir a nuestra suerte, mientras que otros nos pueden hacer sentir bien, optimistas y positivos acerca de la vida.
Tenemos que elegir lo que deseamos para manejar nuestros problemas eficazmente en la vida. Si quieres conocer los mejores pasos para superar este tema revisa nuestro anterior post: Los Mejores Consejos para Eliminar el EstresEste post pertenece a la web http://www.saludconenergia.com