Los meniscos son dos almohadillas, de consistencia gomosa y de forma triangular, formadas por una sustancia llamada fibrocartílago. En la rodilla se encuentran insertadas en la tibia y acompañan al fémur en su rotación sobre la tibia. Por la parte superior son cóncavos y por la inferior planos. Su función es amortiguar los impactos, distribuir la carga y lubrificar la articulación. Existen dos meniscos en la rodilla: el interno, en forma de C, y el externo, en forma de O casi cerrada. Las lesiones meniscales suelen afectar más al menisco interno que al externo y son más frecuentes en hombres que en mujeres.
Lesiones de menisco traumáticas o degenerativas
Lesiones de menisco por traumatismos
Las lesiones de menisco pueden ser de origen traumático, es decir, causadas por un giro violento de la rodilla que puede dar lugar a que los meniscos se rasguen o rompan. Se trata de lesiones muy ligadas a la práctica deportiva y son muy frecuentes entre esquiadores, jugadores de baloncesto, futbolistas y personas que practican otros deportes de contacto como el kárate. Además de traumáticas, las lesiones de menisco también pueden ser de tipo degenerativo.
En este último caso suelen presentarse a partir de los 45 años, a causa del envejecimiento, porque los meniscos pierden su elasticidad y se rompen más fácilmente, o de alteraciones anatómicas que causan un mayor desgaste del menisco interno y externo por sobrecarga, al recibir más presión de la normal, lo que da lugar a una deformidad. Cabe destacar que existen también otro tipo de malformaciones exclusivas del menisco, que provocan un desgaste y, a la larga, una rotura del mismo: se trata de los llamados meniscos discoideos (los meniscos tienen forma de disco completo). Es una lesión mucho más frecuente en el lado externo, ya que soporta toda la presión de carga de la rodilla.
Qué síntomas produce una rotura de menisco
Principales síntomas de rotura de menisco
En el momento de la rotura de menisco el paciente siente un fuerte dolor y con frecuencia un chasquido. En las horas siguientes la rodilla puede producir más líquido articular (derrame). El síntoma más clásico y típico es el bloqueo de la rodilla, por lo que el paciente no puede estirarla completamente. Esta situación indica que la parte rota del menisco se ha desplazado hacia el centro de la rodilla y obstaculiza su movimiento.
El bloqueo suele desaparecer cuando el paciente mueve su rodilla, notando crujidos. Es más frecuente notar dolor en el lado de la rodilla correspondiente al menisco roto cuando el paciente realiza giros de la rodilla. Si la pierna gira hacia adentro y duele la parte de fuera de la rodilla se puede tratar de una ruptura del menisco externo. Si la pierna gira hacia afuera y duele la parte de adentro de la rodilla, entonces puede ser una ruptura del menisco interno. Cuando hay dudas, el especialista suele solicitar una resonancia magnética o una artroscopia de rodilla.
Tratamiento de lesión o rotura de menisco
¿ Rehabilitación para rotura de menisco?
La forma de abordar una lesión de menisco depende de dos factores: la edad y el tipo de lesión. El tratamiento rehabilitador conservador usado para una lesión de menisco, en la que no hay ruptura del mismo, suele estar basada en un programa de ejercicios en una clínica de rehabilitación, evitando flexiones acentuadas y actividades deportivas.
En pacientes con más de 50 años con una lesión que molesta poco, en ocasiones no es necesario ni tratamiento, mientras que en un paciente joven con una lesión traumática, si se confirma que el menisco está roto se valora la extirpación del fragmento roto. En el tratamiento quirúrgico se puede distinguir entre la extracción parcial del menisco y la sutura de menisco.
En la extracción parcial del menisco se extraen todas las partes del menisco destrozadas y dañadas. Si existe inestabilidad en la rodilla o una mala alineación de las piernas, el cirujano puede emplear ligamentos artificiales o corregir los huesos quirúrgicamente (osteotomía). Ya que, sobre todo en los jóvenes afectados, la eliminación total del menisco puede conllevar a una artrosis temprana. En casos excepcionales puede realizarse un implante de colágeno de parte del menisco. Con la sutura de menisco es posible conservar todo el tejido cartilaginoso mediante la restauración del menisco.
Este método se recomienda en pacientes jóvenes, ya que en estos casos el menisco no tiene ningún desgaste significativo. Tras una operación de menisco, además de la prescripción de medicamentos dirigidos a paliar el dolor y las inflamaciones, es fundamental un correcto tratamiento rehabilitador y fisioterapéutico, ya que a través de ejercicios de resistencia progresiva, y otros ejercicios, los afectados pueden fortalecer una musculatura débil.
La electroterapia también puede apoyar este tratamiento. Si tras una operación el paciente no mejora, el especialista tendrá que valorar las causas. Lo más normal es que aún falte tiempo de cicatrización o que sea necesario un mayor trabajo rehabilitador.
En Clínica Téllez contamos con el mejor equipamiento y con los mejores profesionales, lo que nos convierte en uno de los centros rehabilitadores con más prestigio de Madrid. Le aconsejamos que en caso de necesitar asesoramiento profesional o tratamiento rehabilitador contacte con los profesionales titulados y expertos de nuestro centro médico, que estudiarán su caso de forma personalizada y le indicaran los ejercicios rehabilitadores y fisioterapéuticos más adecuados.
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