Estos sentimientos, generados habitualmente por cuestiones externas, hacen que no podamos encontrar una salida concreta a los problemas que nos rodean, y de esa forma, caigamos en pozos de depresión muy severos que nos impiden ver la realidad de la cuestión tal como es.
Es por ello que, desde el punto de vista psicológico, hay ciertas maneras de afrontar estos pozos depresivos, de forma de atravesarlos y poder seguir con nuestras vidas de manera natural y sana.
En este sentido, la resiliencia es uno de los constructos psicológicos más utilizados en los consejos psicológicos de superación personal. Remite a la capacidad intrínseca que todos los seres humanos tenemos para reponernos ante situaciones estresantes o de adversidad que afectan nuestro devenir cotidiano.
Mediante la resiliencia, la persona puede sacar lo mejor de sí misma, anteponerse a esa adversidad y así aprender de la experiencia para no tener que volver a atravesar por una situación similar en el futuro, al menos, cercano.
Esto suele sucederle al común de las personas tras alguna pérdida en particular, ya sea la de algún familiar o amigo cercano, o en una ruptura de pareja o también al atravesar problemas de salud o financieros. Lo que se logra mediante la resiliencia y desde el punto de vista psicológico, es que la persona salga fortalecida de la experiencia angustiante que tuvo que atravesar y, por tanto, habiendo aprendido una dura pero valiosa lección de vida.
Otro de los factores psicológicos a abordar relativo a la superación personal, estriba en el estoicismo. Esto está emparentado con la capacidad de salir adelante a pesar de que las adversidades parezcan, o sean, muchas. Y esto significa claramente una virtud de la persona. Que, a su vez, podrá ya tenerla incorporada o adquirirla mediante la experiencia de nuevas realidades que se le vayan topando en el camino.
Una persona estoica, por tanto, podrá hacerle frente a un reto o adversidad y para ello deberá contar, por supuesto, con valentía y resiliencia. Aquí queremos hacer una aclaración: la persona estoica, o también podríamos considerarla valiente, no es necesariamente aquella que no siente miedo, sino aquella que a pesar de sentir miedo, puede sacar lo mejor de sí para enfrentar con hidalguía lo que le toque vivir.
Todas estas cuestiones son fundamentales para afrontar nuestros problemas en el día a día, por más severos o difíciles de sortear que parezcan. Es por ello que, desde el punto de vista psicológico, es muy importante que uno mismo se pueda visualizar como una persona valiente, con buenos y sanos principios y con virtudes de índole triunfante, no derrotistas.
Todo ello hará que se puedan afrontar con una mentalidad positiva los problemas, ahuyentando los miedos y las dudas y siendo, en definitiva, esa persona que, a pesar de las dificultades, puede salir adelante.