¿Qué es la resiliencia? Tipos y cómo mejorarla

Es posible que en el transcurso de nuestra vida ocurran distintos escenarios que produzcan ansiedad, incertidumbre, cólera o tristeza; esto puede ocasionar desmotivación y alejarnos de nuestros objetivos. Por tal razón, es fundamental el desarrollo de la resiliencia.

Pero a que se refiere este término, la resiliencia promueve el aprendizaje de nuevas experiencias. Además de permitirnos el desarrollo de nuevas conductas y pensamientos, para recuperarnos de situaciones llenas de estrés en nuestra vida. Hoy hablaremos en detalle sobre lo que significa, sus tipos y algunas estrategias de cómo mejorarla.

 

¿Qué es la resiliencia?

Es el proceso donde el ser humano se puede recuperar, adaptar y superar las situaciones que le producen estrés. Este tipo de adversidades pueden estar relacionadas con distintas áreas en la vida, por ejemplo: problemas financieros, en el sitio de trabajo o en la familia.

Cuando trabajas la resiliencia es más sencillo enfrentar cada reto, recuperarte y adaptarte con rapidez luego de algún desafío o cambio en la vida. Además de ayudar en la recuperación post fracaso en algo.

No se trata de que seas una persona dura y que bloquees los sentimientos de tristeza o sufrimiento. Por lo general, la resiliencia está muy conectada a la tensión emocional y al estrés.

 

Características de una persona resiliente

Las personas que han desarrollado la resiliencia, tienen mayores posibilidades de resaltar en distintos escenarios de la vida, tanto en el trabajo como al desenvolverse ante un grupo de personas. Si te interesa mejorarla, en este caso asegúrate de tener estas características:

 

Conoces y sabes manejar tus emociones

Una persona resiliente tiene pleno conocimiento de sus emociones y sabe manejarlas, es decir tiene inteligencia emocional. Además de estar en capacidad de identificar y percibir las emociones de los demás.

 

Optimismo

El optimismo es una de las características principales de una persona resiliente, la cual puede visualizar como oportunidades de crecimiento y aprendizaje en todo sentido, los obstáculos que se le presentan.

 

Autoconocimiento bien desarrollado

Eres una persona consciente de tus limitaciones y capacidades, permitiéndote que puedas establecer objetivos reales y alcanzables.

 

Flexible y tolerante frente a los cambios

La gente que ha trabajado la resiliencia normalmente es muy flexible y tolerante frente a los cambios, ya que puede reconocer que estos cambios en algunas ocasiones son inevitables. Ser tolerante, le permite enfrentar de manera creativa y con confianza los problemas.

 

Otras características de alguien resiliente

Debido a que se siente amo de su destino cuenta con la paciencia, iniciativa y perseverancia para obtener las metas propuestas. Además, tiene la capacidad de comunicar sus inquietudes para sentirse reconfortado y comprendido, pero no deja que interfiera su ego.

Un ser resiliente intenta rodearse de personas que tengan algunas de estas particularidades, ya que ser parte de un buen equipo de resilientes; es importante para el cumplimiento de proyectos en conjunto.

 

Tipos de resiliencia

En la actualidad se han extendido significativamente los estudios relacionados con la resiliencia, a tal punto que se han podido descubrir distintos ambientes sociales, donde es posible que se desarrolle la resiliencia. Aprende a diferenciar los diferentes tipos, ya que es altamente positivo para mejorarla.

Grupal

Se obtienen por medio del coaching grupal y la orientación. Se diferencia de la individual o personal, porque aquí el problema o adversidad es una situación latente para el conjunto, que posee.

 

Personal

La resiliencia personal, es la capacidad individual para poder enfrentar escenarios desfavorables. La persona que es resiliente puede salir de las crisis muy fortalecido.

Se trata de una competencia fundamental dentro de las empresas, debido a que en este tipo de escenarios suelen tener cambios constantes que afectan a los grupos de trabajo, favoreciendo la adaptación, el bienestar y el trabajo en equipo, gracias a la resiliencia.

 

Educativa

En este tipo las personas a través de la educación formal logran salir adelante. En la actualidad existen muchísimos casos de gente con problemas de economía o nutrición, los cuales han podido entrar a centros educativos formales, ser profesionales y después ser personas influyentes de manera positiva en la comunidad.

 

Familiar

Se diferencia porque se refiere al núcleo personal y de la sociedad, atravesando dificultades con influencia en la resiliencia de cada individuo que forma parte de la familia. Es decir, es un tipo vital para fortalecer después la resiliencia de las comunidades. Recordemos que la familia es considerada la principal base en nuestra sociedad.

 

Emocional

Se refiere al control en las emociones luego de una problemática. Es decir, la persona se enfoca en el problema, controlando estas situaciones donde el estrés es muy bajo. Esto no quiere decir que las emociones las ocultes, es muy importante demostrarlas. Por tal razón, en caso de que sientas incomodidad por algo, lo más adecuado sería no ocultarlo y hablarlo con prontitud.

Estrategias para mejorar el desarrollo de la resiliencia

Un aspecto que es muy importante es el autoconocimiento de tu nivel de resiliencia. Por eso, quizás indagues sobre las estrategias para desarrollar y cultivar tu resiliencia. Es sencillo, ser resiliente nos permite sacar provecho de las emociones positivas principalmente en escenarios de estrés. Toma nota de algunas estrategias que te ayudarán a mejorarla.

 

Dedica tiempo solo para ti

El momento adecuado para establecer un diálogo positivo contigo mismo, es en soledad. Recuérdale a tu mente que puede obtener esos objetivos. Escribir un diario o meditar luego de descargar esta app crearsalud.org/siente personalizable con 7 sesiones y otras opciones, pueden servir de apoyo para desintoxicarte y reflexionar sobre algún pensamiento estresante.

 

Practicar ejercicio

A través del ejercicio tienes la oportunidad de congregar el estrés. Por ejemplo, practicar algún ejercicio como el yoga o caminar; servirá de apoyo para enfrentar la fatiga y el agotamiento. Esto trae como consecuencia, mayor capacidad para ser resiliente.

 

Busca experiencias nuevas

Para mejorar la resiliencia es necesario salir y exponerse a nuevas experiencias, las cuales te permitan aprender otras cosas. Puedes comenzar un nuevo negocio o unirte a un grupo de música. Sin importar la experiencia o actividad elegida, asegúrate que sea de tu agrado y que realmente sea un reto para ti.

En definitiva, conviértete en la mejor versión de ti, sé tú mismo: ser resiliente no significa que te transformes en otra persona. Sólo deja de lado las actitudes y pensamientos negativos. Enfócate en lo bueno que te rodea, pero sobre todo en lo que puedes darles a otros y por supuesto a ti.