Cuando vivimos situaciones tales como un duelo, una enfermedad, una crisis económica, un problema fuerte de cualquier tipo, normalmente tenemos un periodo de angustia, tristeza, depresión, enfado, o etc.
A muchos nos cuesta más trabajo que a otros el poder cambiar de enfoque y empezar a mirar hacia delante, dejando el problema o la situación a un lado y pudiendo salir de ella. Sin embargo también existen personas que no lo logran y se siguen consumiendo en el problema, causándose deterioro en su salud y en ellas mismas y en sus relaciones
La resiliencia es la capacidad de sobreponerse y salir fortalecidos después de una experiencia fuerte. El término se utiliza actualmente para designar todas aquellas fuerzas que capacitan a las personas para abordar con éxito las crisis vitales, las circunstancias difíciles y los cambios drásticos. Así se logra solucionar estos problemas sin repercusión negativa y se convierte en un factor de crecimiento personal, regresando a nuestra vida, para ser mejores y aprender de las experiencias vividas
Es abrir nuevas opciones y empezar a darle nuevamente un sentido a nuestra vida.
Es la capacidad de soportar el dolor y afrontar el sufrimiento, es reconstruirse y no perder la capacidad de amar y de luchar.
Es no caer en el desánimo viendo una realidad sin esperanza, la adversidad depende de la respuesta que demos al hecho y de la manera que pensemos sobre él.
Imagen: www.ecoportal.net
Uno de los recursos más importantes para poder manejar una experiencia negativa fuerte es la fortaleza que implica una actitud sana que sepa admitir la verdad tal y como es, aceptando nuestra responsabilidad (habilidad de respuesta) y sabiendo perdonar y perdonarnos, ya que podemos vivir sin el amor del otro pero nunca sin el amor a nosotros mismos.
Por ello hay que obligarnos a potenciar nuestro optimismo, aceptación y predisposición para solucionar los problemas
El poder de resiliencia es una gran ayuda para vivir y resolver conflictos con la familia y amigos, ya que es donde enjuiciamos con mucha facilidad y nuestros sentimientos están más a flor de piel. Si hay una buena comunicación sin enjuiciar y teniendo la capacidad de escuchar y generar empatía con los miembros del problema; esto hará que los conflictos sean cada vez menores y cuando surjan, los consideremos como oportunidades para conocernos y ayudarnos unos a otros a salir adelante.
Según Mónica Gruhl, existen tres tipos de personas fuertes; ¿te identificas con alguno de ellos?
La persona de acción:
Sus claves de comportamiento son la independencia y la autodeterminación que no le permiten abandonar un problema y siente que tiene que pasar a la acción en un primer impulso. Sufren cuando los suyos atraviesan una dificultad y hacen todo lo posible por solucionarla. Evitan ser las víctimas o reflejar cualquier debilidad. Son personas que se exigen demasiado porque no aceptan que tienen un límite y que son humanos. Para cambiar su vida, necesitarán estar seguros y confiar en que nadie los tendrá por inútiles o los infravalorará si muestran sus debilidades.
La persona funcional:
Su motivación es la protección y hacer bien las cosas con los demás. Emplean sus esfuerzos y energías en no decepcionar a nadie. No aflojan y se toman en serio todo lo que hacen. No quieren que nadie les reproche nada, que nadie les diga que no se han esforzado. Para mejorar necesitan confiar en ellos mismos y permitirse fallos, ya que no pueden tenerlo todo bajo control.
La persona mediadora:
Necesitan reconocimiento y aprecio, emplean sus energías en cuidar de los demás y ganarse su favor. Se las ingenian para convertirse en personas imprescindibles y necesitan saber que las molestias que se toman serán de especial resonancia. Algunos pueden llegar a sacrificarse tanto por la otra parte, que lo que quieren es que ésta confirme que ha sido ayudado. Por otro lado, para abrir nuevos caminos, tienen que asegurarse de que serán queridos aunque no den siempre todo de lo que son capaces. Tienen que interiorizar lo que valen sin que otros les promocionen o hacer algo impresionante para completar su formación como persona.
Recuerda que quien actúa por propia decisión y no porque lo arrastren se hace fuerte de verdad. Si aceptas que eres un ser humano y tienes necesidades, aunque delante de los demás te muestres fuerte; reúnes las condiciones necesarias para desarrollar las estrategias más sanas y resilentes. Pero ten presente que la persona que es resilente no siempre se siente obligada a ser fuerte ni mostrarse como tal.
La resilencia puede lograrse a través de los Niveles Neurológicos dentro de las teorías de la Programación Neurolingüística que explica Robert Dilts y que se refiere a los extractos de la mente que maneja el pensamiento humano.
Robert Dilts Imagen: albaraffaelli.wordpress.com
LOS NIVELES NEUROLÓGICOS DE LA RESILENCIA
Según Dilts estos son los niveles, empezando desde el más profundo al más primario y vamos a explicarlo a través de unos ejemplos para que los entendáis:
Nivel Espiritual: es el sentido de trascendencia. Lo que yo aporto al mundo. No tiene nada que ver con la religiosidad
Nivel de Identidad: es lo que yo creo que soy y de esto depende la misión en esta vida que yo desarrolle. Cuando no usamos la resilencia: diríamos: Soy un incomprendido y con resilencia: soy una persona fuerte y segura
Nivel de Creencias y Valores: mis creencias son las que me dirigen y estimulan para lograr mi misión y están basadas en mis valores. Sin resilencia aplicaríamos creo que no puedo hacer nada al respecto y con resilencia:creo que puedo salir adelante en cualquier situación
Nivel de Capacidades y Recursos: estos son los que me ayudan en mi vida para sustentar mis creencias. Si no tenemos resilencia: No puedo tener paciencia y con resilencia: Puedo tener paciencia y tolerancia
Nivel de Conductas: son las conductas que tengo en la vida según las capacidades que manejo. Sin resilencia: diríamos: voy a actuar de otra manera y dejar de lamentarme y con resilencia: y por tanto voy a interactuar de la mejor manera
Nivel de Entorno: es el contexto donde yo actúo.
Al manejar una identidad sana, los conflictos y los problemas, por muy fuertes que sean, los vamos a poder procesar más rápido y podremos utilizar la resiliencia en nuestra vida, ya que una nueva programación de nuestra personalidad al nivel de identidad; nos dirá que pase lo que pase yo soy quien soy. ¿A qué esperas para intentarlo?
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