En 1943 Maslow declaró que las personas están motivadas para alcanzar ciertas necesidades, una vez que éstas se cumplen se busca cumplir la siguiente. Esta jerarquía incluye cinco necesidades de motivación, representados como niveles en una pirámide.
Este psicólogo dijo que sólo una de cada cien personas llega al nivel de auto-realizado (el punto más alto de la pirámide) ya que diversos factores de la vida pueden hacerte fluctuar entre los niveles que se encuentran más abajo.
Necesidades Fisiológicas y biológicas: son las necesidades vitales para sobrevivir, como respirar, comer, beber, dormir, orinar, sexuales y de refugio.
Necesidades de seguridad: también son necesarias para vivir, pero se sitúan en un nivel distintas que las fisiológicas. Sin cubrir las primeras, no pueden surgir estas. Se orientan a la protección contra los elementos, el orden, la ley, la seguridad física o la estabilidad.
Necesidades de amor y posesión: trabajo, familia, amigos, relaciones (amistad, intimidad, afecto y amor). Son situaciones que se presentan habitualmente en la vida cotidiana.
Necesidades de estima: una vez cubiertas los tres primeros escalones de la pirámide, aparecen estas necesidades, como por ejemplo: el potencial personal, experiencias, prestigio, autoestima, dignidad, respeto, independencia o libertad.
Autorrealización: búsqueda de crecimiento personal y experiencias cumbre.
Por ejemplo, el hombre vive sólo de pan y agua cuando no hay nada. Pero cuando hay pan y agua en abundancia, cuando el estómago está saciado, surge la necesidad de ponerle un poco de sabor a ese pan, ¿verdad? Pues así funcionamos en cada una de las fases de la pirámide. Lo que hace ver que el ser humano es inconformista por naturaleza. Cuando una necesidad se ve satisfecha, surgen necesidades nuevas.
Con el paso de los años se han ido añadiendo etapas a la pirámide original de Maslow, desarrollando un modelo de siete etapas y un modelo de ocho etapas, que incluyen necesidades cognitivas y estéticas para la de siete, y más adelante añadir necesidades trascendentales en el modelo de ocho. También hay personas que manteniendo el esquema inicial de la pirámide de Maslow han dedicado su esfuerzo en llevar este modelo psicológico a casos reales, como por ejemplo el mundo laboral o la relaciones de pareja. Un ejemplo interesante que vi hace poco es el de este artículo de hotelesopiniones.com que trata de llevar el modelo al negocio hotelero, donde la atención al cliente es un punto clave.
La cima de la pirámide es la autorrealización. Esto no es sino la necesidad del crecimiento personal y el descubrimiento en la vida de una persona, consiguiendo encontrar el sentido a la vida que ellos mismos han querido conseguir u obtener. Cada persona puede sentirse auto-realizada siguiendo caminos muy distintos. Como por ejemplo, una persona puede sentirse realizada escribiendo, otra siendo deportista, otra siendo médico y otra siendo artista, la diversificación es enorme. Es importante entender que la auto-realización no es una meta o un fin, es un camino.
A finales de los años setenta, Maslow hizo una lista con características de las personas que se sentían auto-realizadas. Mediante ese estudio concluyó que el poseer un inusual sentido del humor, aceptarse a sí mismos y a otros por lo que son, ser espontáneo en el pensamiento, ser eficiente y tolerar la incertidumbre, ver la vida de forma objetiva, preocuparse por el bienestar de la humanidad, ser altamente creativo, y tener unos estándares éticos y morales, son entre algunos otros características de gente que se siente auto-realizada.
No es necesario poseer todas y cada una de las quince características de Maslow para sentirse auto-realizado, y no solo una persona auto-realizada las mostrará. Esto no es una ciencia exacta y no quiso equiparar la perfección con la auto-realización.
Como siempre, hay detractores de las teorías, y este estudio no iba a ser una excepción. Las limitaciones de base fundamentada de esta teoría parten por haber sido un análisis cualitativo biográfico (para ello desarrolló la lista de cualidades de un grupo de personas específico, en vez de la humanidad en general), es un estudio basado en la opinión del investigador (por lo tanto es un análisis subjetivo), entre otras.
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