Las creencias negativas y pensamientos tóxicos tienen mucho impacto en nuestra conducta y emociones. De hecho se sabe que a nivel fisiológico pueden llegar a provocar impacto considerable. Por ello es necesario ser muy conscientes del tipo de pensamientos que permitimos que nuestra mente consuma y atienda constantemente.
Si tu crees que no puedes, tendrás razón. Si tu crees que si, también.
Por eso te invito a que te evalues y detectes qué tipo de creencias tienes y que cuando enfrentes una situación difícil, recuerda qué tipo de pensamiento te conviene más usar, pues si un pensamiento, no es comprobado aun, te causa sufrimiento, bloqueos, te consume gran parte de tu tiempo, entonces no es algo que te convenga seguir atendiendo.
Si el origen de las creencias es externo, entonces evalúa a qué le pones atención, si a la crítica destructiva o a lo que realmente te puede ayudar a alcanzar tus metas.
Y para que me creas de que puedes lograr que tu mente sea tu amiga atendiendo solo a lo que de verdad te ayuda, te comparto la siguiente escena:
¿Cuánto tiempo más estás dispuesto a permitir creencias limitantes en tu vida?
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