Quien bien se habla, bien se siente
Y mira que hace tiempo que quería escribir este post, pero nunca me parecía un buen momento.Ahora, en pleno encierro en casa porque los peques no tienen cole, en plena alarma sanitaria por el contagio del Coronavirus y evaluando los mensajes que nos llegan a diario, creo que este es el mejor momento.
En un entorno en el que estamos recibiendo noticias duras, en el que los informativos no paran de alertarnos, en el que todas las alertas están en nuestra salud física, ¿qué ocurre con nuestra salud mental?.
Y, ¿qué ocurre con la salud mental de nuestros pequeños? A ellos poco les importa si existe un virus que se contagia más o menos, poco les importa que tengamos que estar con más o menos higiene, porque, al final, eso es cosa de adultos, y somos nosotros los responsables de hacerles cumplir las nuevas normas.
Pero, ¿te has parado a pensar en algún momento cuantos mensajes agradables transmites a tus hijos? En momentos de alarma social, lo mejor que podemos hacer por la salud mental de nuestros hijos es hablarles de cosas bonitas, enseñarles a ver el lado bueno de las cosas, invertir un ratito en transformar su comunicación interna y enseñarles a pensar y reflexionar.
Si dedicas cada día unos minutos a compartir frases, pensamientos con tu entorno, y te dedicas ese momento también a ti, conseguirás realizar grandes modificaciones en tu estructura cerebral.
Para colaborar con este objetivo, hace unos meses decidí cambiar mi cuenta de Instagram, dando poder a la palabra y no tanto a la imagen. Fue una gran apuesta que está teniendo una gran acogida. Este cambio está tiene el gran deseo de transmitir una reflexión diaria para iniciar un cambio de comunicación y pensamiento.
¿Te unes al cambio a través de la palabra?
Feliz día!