Muchos se preguntan qué papel juegan los sueños en nuestra vida, si es que estos son necesarios tomarlos en cuenta y como llevar sus vivencias a nuestra vida diaria. La manera en que se pueden rescatar las vivencias de nuestros sueños, y poder incorporarlas a la vida diaria, es tomando en cuenta que como seres humanos estamos conformados por cuerpo-mente, y que esta última se subdividida en consciente e inconsciente, donde lo consciente, son los pensamientos lógicos, la realidad, la causalidad, lo voluntario, la lógica que nos hace manifestar nuestras acciones, por otra parte tenemos el inconsciente, lo involuntario, las emociones, los deseos, las motivaciones que se han querido ocultar y que son aquellas vivencias de la niñez, Todo esto lo comparte Freud, al mencionar que el ser humano está constituido por dos secciones, la vida consciente y la vida inconsciente.
Cuando estamos en una situación que nos duele, que lastima, que existen sentimientos de rencor, se van al inconsciente, para evitar seguir sintiéndolos, lo que hace que se vayan al olvido, esto no es más que la realidad reprimida, pues todos esos recuerdos, anhelos, motivaciones, fantasías, si permanecieran en la vida consciente, los seres humanos vivirían perturbados.
La tarea de la represión es evitar a toda costa que las consecuencias de los problemas se manifiesten, pues esto provocaría un desequilibrio mental y emocional que las personas no podrían controlar en la realidad, por ello es mejor alojarlas a la vida no consciente. Sin embargo, esta es necesaria para poder darle pronta resolución a cada una de las problemáticas que se pueden presentar, pues como bien se dice "Después de la tempestad viene la calma" para no llegar a agrandarlo, como anteriormente lo comentaba en mis artículos anteriores, necesitamos traer los sueños, (que no son más que la realidad de "lo no consciente"), a nuestra vida despierta y reconciliarnos con aquellos recuerdos, vivencias, experiencias, que en nuestra niñez nos afectaron y que siguen presentes en este momento del soñante.
Es por ello que nos hemos de estacionar en esta sección del inconsciente, ya que esta es la que se manifiesta en los sueños, pues con sus múltiples simbologías, nos muestra esa realidad que no podemos o queremos hacer parte de nuestros pensamientos reales, y al no poderla trabajar o aceptar en la vida consciente, de la que habla Freud, se envían a lo más profundo de nuestra mente, siendo recuerdos permanentes, pues son vivencias pasadas pero no reconocidas.
Por lo tanto, hay que tomar en cuenta que la "vida inconsciente" es la que alberga un gran porcentaje de lo que somos, de lo que no somos capaces de mirar de nosotros, por muy bueno o malo que sea, pues no lo podemos pasar a una "realidad consciente" y permanece en los "recuerdos permanentes".