Lo primero de todo, es que dos instituciones de renombre como el Centro de Control de Enfermedades y el Instituto Nacional de la Salud de Gran Bretaña, recomiendan utilizar un protector solar con un factor de al menos 15.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que hay conseguir extender bien el protector por nuestra piel, algo que la Academia Americana de Dermatología estima en 2 miligramos de protector solar por cada centímetro cuadrado de piel, y en el mejor de los casos, solo se consigue aplicar el 75% de esa cantidad recomendada. Por lo tanto, aquí van unos pequeños consejos para maximizar las propiedades de nuestro protector solar.
La Teoría del Vaso Lleno
Si vas a la playa y dejas los brazos, piernas, pecho, espalda y cara expuestos, la cantidad de loción que necesitarías para una protección total sería un vaso lleno de protector solar.
Exprime, extiende y repite.
Un protector solar de factor 15 es lo recomendado para tener una protección óptima, pero para mantener la protección, tendremos que volver a aplicárnoslo cada 2 horas. Para ello, y para evitar olvidos o incluso si estamos haciendo deporte, se recomienda usar un protector solar de factor 15.
Doble Capa de Protector Solar
Así evitaremos que se nos queden puntos o zonas sin protección en los que el Sol pueda incidir directamente sin ningún tipo de protección.
Bálsamo labial
Uno de los grandes olvidados es el labio inferior, que está enfocado como un panel solar directamente al sol. Para protegerlo adecuadamente no nos servirán muchos de los protectores solares de spray, sino que tendremos que buscar algunos específicos para labios.
Por último, y no menos importante, se recomienda hacer revisiones periódicas para evitar que el Sol se convierta en el detonante de un cáncer de piel por una mala protección.
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