La apnea obstructiva del sueño, mucho más común de lo que a priori parece, está muy ligada a la infancia y a la obesidad, pero también la presencia de un ronquido fuerte y continuo, puede desencadenar esta patología. Por ello, es importante que la persona que los sufra de manera continuada o esté en claro sobrepeso, se realice una prueba médica para prevenir a tiempo la enfermedad o bien someterse a un tratamiento médico o quirúrgico.
El ronquido puede ser la causa
Todos tendemos a quitarle importancia al acto de roncar. Creemos que se trata de un hecho que realiza de forma puntual nuestro organismo, como respuesta a una noche en la que hemos fumado o bebido en exceso, o bien fruto de un cansancio muy pronunciado debido a la actividad física.Lo cierto es que el ronquido puede ser la causa u origen de esta enfermedad tan poco conocida pero que ya sufren muchas personas en nuestro país: la apnea del sueño.
Para evitarla, entre otras cosas, tenemos que aprender a distinguir entre un ronquido ocasional y uno que se repite a diario y de manera intensa. En este caso, debemos acudir al hospital y pedir una prueba médica muy sencilla: la polisomnografía.
¿Cómo se produce la apnea?
Cuando la entrada de aire se bloquea completamente, la respiración se para. Esta obstrucción molesta y peligrosa, acarrea diversas consecuencias en la vida diaria del paciente. La más frecuente es la somnolencia diurna. Algo muy arriesgado si, entre otras actividades de riesgo, una persona con apnea del sueño coge a diario el coche, pues podría provocar un accidente.Lo inquietante y en muchas ocasiones peligroso de la apnea, es el momento en el que aparece, el sueño, que constituye nuestro periodo de mayor descanso y desconexión de lo que acontece a nuestro alrededor y, a juzgar por los síntomas de la apnea, también de lo que afecta a nuestra salud.
Otros de los factores y hábitos más comunes que pueden generarla son el sobrepeso (especialmente en niños), el uso y abuso del alcohol, los sedantes para dormir, la propia anatomía de las fosas nasales y la hipertensión arterial.
Mujeres de edad media, las que más se someten a cirugía facial
Hoy en día existe un nuevo perfil de paciente con apnea o enfermedades asociadas a las dificultades para una normal respiración: el de la mujer trabajadora de 35 a 45 años de edad que, aprovechando que ha de someterse a una operación quirúrgica por motivos de salud, aprovecha para hacerse una rinoplastia o reconstrucción facial.Esta nueva demanda, que reivindica la curación de la enfermedad más unos ¿pequeños retoques faciales? es parte de las nuevas tendencias en cirugía, según los últimos estudios de la SEORL.
Desde hace años se vienen investigando cuáles son los mejores métodos y tratamientos para potenciar la calidad de vida de los pacientes con apnea del sueño. El impulso en materia de otorrinolaringología ha sido muy grande en los últimos 20 años, gracias al increíble avance de la ciencia y a buenos profesionales que permiten entre otras cosas, diagnósticos más rápidos y tratamientos más eficaces.