Esta capacidad de elección incluye a las personas de las que nos rodeamos. Su influencia es más que evidente. Algunas nos ayudan a avanzar mientras otras nos resultan verdaderamente “tóxicas”. Vamos a darte las claves para poder identificarlas y, sobre todo, para conseguir que quienes nos acompañen sean emocionalmente positivos. Porque una vez más, las capacidad transformadora de nuestra mente y nuestra actitud son las protagonistas. El pensamiento positivo viene a rescatarnos.
El poder del pensamiento positivo
Tienes un día de esos en los que parece que nada te sale bien y todo cambia después de tomar un café con esa amiga especial. O al revés, te habías levantado con ganas de comerte el mundo y solo un par de horitas compartiendo mesa con ese compañero de trabajo hacen que lo veas más que gris. A eso es a lo que nos referíamos al hablar de compañías que suman frente a las que son negativas.
La idea esencial, sin embargo, no es esa. Desde aquí te enseñaremos a darle la vuelta a ese “mal rollo”. Mientras en otros lugares te van a recomendar que salgas corriendo lo más lejos posible de esos “vampiros psicológicos”, nosotras te vamos a mostrar que hay formas de atraerlos al lado positivo. Más que nada porque hay ocasiones en las que prescindir de ellas es difícil. Imagina que sea tu padre, tu hija o incluso tu pareja. No te preocupes, tu voluntad de ser positiva se va a contagiar a tu alrededor.
El primer paso es identificar lo que está pasando, qué personas son las que ejercen ese magnetismo negativo. Basta con que seas un poco observadora y lo descubrirás enseguida. Relaciona tus vaivenes de ánimo con tus acompañantes en cada situación y tendrás las pistas más acertadas. Para entonces, conviene que ya tengas a mano todo tu pensamiento positivo en frases para empezar a manejarte. En más de una ocasión hacemos este tipo de recomendaciones. Ya sabes, nuestra actitud es la clave y poner en palabras nuestros pensamientos positivos es de gran ayuda.
Así conviene recordar lo que nos dijo un gran maestro de la poesía: “Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje” (Pablo Neruda). Porque tener intención de mejorar las cosas es el principio de conseguirlo. El poder del pensamiento positivo debe conducirnos a actuar. Esa es la fórmula: ver las dificultades, buscar una salida y ponerla en práctica.
Irradia optimismo y te lo devolverán multiplicado
Ver la botella medio llena es una manera de afrontar la vida. No se trata de simplificar, tener conflictos no es algo que nos satisfaga. Pero, superarlos es un verdadero baño de felicidad. Debemos ser optimistas por vocación, por convencimiento. Ir un paso más allá de la queja. Me he encontrado una piedra en el camino y no me quedo lamentándome de mi mala suerte. Lo que hago es encontrar el rodeo para superarla y seguir adelante, llegar a donde pretendía ir.
Con esta firmeza en nuestra actitud, es imposible que a nuestro lado haya un mal ambiente. Todo un genio como Albert Einstein ya sentenció: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Contagiar alegría es más fácil de lo que parece. Pon aprueba a cualquiera con ideas tan contundentes como:
Las cosas buenas ocurren todos los días. Sólo nos tenemos que dar cuenta de ellas.
Muchas de las preocupaciones que tienes en tu cabeza nunca sucederán. No malgastes el tiempo en esos pensamientos.
Di y haz algo positivo que mejore la situación. No se necesita un cerebro para quejarse.
La tristeza no se llora, se supera.
En este enlace dejamos una entrevista a Theodore Zeldin, un gran pensador de y de como buscar alternativas a esas situaciones que nos disgustan, te lo recomiendo
Sé el “mosquito” de tus seres queridos
Leí hace poco un comentario de un experto sobre la influencia de un pequeño mosquito que me abrió los ojos. Basta que se cuele uno de estos insectos en nuestra habitación para que no podamos dormir en toda la noche. Es un buen ejemplo de cómo algo que parece insignificante puede trastocar a los que están en su entorno. Llevando esta idea al poder del pensamiento positivo, podemos convertirnos en seres muy influyentes a poco que lo intentemos.
En tiempos globalizadores como estos, nos parece que este es un principio más que útil. Seguro que en muchas ocasiones has dejado de tomar partido porque sentías que no eras lo suficientemente importante. En una reunión de trabajo no has planteado tu iniciativa o no has participado en esa reunión de vecinos. Cuando ves injusticias a tu alrededor y te quedas sentada, siempre pensando que eres un granito de arena que no tiene ningún poder.
Nada más lejos de la realidad. Si no llegas a los demás, a menudo es un problema de mala comunicación. Tienes que encontrar un relato con el que transmitir bien ese poder del pensamiento positivo. Que no te dé reparo recurrir a expresiones ya creadas. De hecho, te proponemos algunas anónimas tan sencillas como: “Los errores y contratiempos son peldaños de mi éxito porque aprendo de ellos”. O “mi felicidad sólo depende de una persona. Y esa persona soy YO”.
La magia de “bailar bajo la lluvia”
Esta es otra de esas frases de pensamiento positivo que nos tiene enamoradas:
“La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia”. Una preciosa imagen sobre cómo automotivarnos y aprender a tomar las riendas de nuestra vida. Este descubrimiento merece ser compartido, no te lo guardes para ti. ¡Regala frases motivadoras! Reparte entre amigos y familia ideas como “Aprende a sonreír en toda situación. Míralo como una oportunidad para probar tu fuerza y habilidad”.
Para acabar te hacemos una propuesta: “El día es lo que haces de él. ¿Por qué no hacer un gran día de hoy?”.
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