Como sucede a veces con el desayuno, no valoramos lo suficiente. Nos referimos al almuerzo, que a menudo se confunde con la comida o sustituye a esta, y que normalmente se suele hacer en horario laboral. Hoy queremos dar algunos consejos para aprovechar la hora de almorzar y mantenernos en forma.
Tómate el tiempo suficiente
Sabemos que el tiempo de descanso en el trabajo no suele ser demasiado, pero a la hora de almorzar debemos asegurarnos de que nos tomamos el tiempo suficiente para no comer muy deprisa, sobre todo porque esto nos sentará muy mal. Masticar poco hace que nos sintamos hinchados, y como el cerebro no recibe las señales de que el estómago está lleno hasta pasados veinte minutos, es seguro que si comemos deprisa estaremos comiendo de más. Además, al prestar menos atención a lo que comemos, no disfrutaremos de los sabores y las texturas que tienen los alimentos.
Fijarnos un tiempo es imprescindible para que nuestro almuerzo sea el adecuado, de modo que al menos debemos contar con 20 minutos para concentrarnos en lo que comemos y disfrutar de nuestra comida.
¿Y si no tienes siquiera esos 20 minutos? En tal caso, en lugar de saltarte el almuerzo puedes recurrir a algún remplazo, como los suplementos nutricionales. Por ejemplo, puedes encontrar en la empresa productos como los batidos, que garantizan que tomamos suficientes proteínas y nutrientes que nos ayuden a seguir nuestro ritmo sin que el cuerpo sufra las carencias. Puedes encontrar en precios de distintos alimentos y tentempiés, pero por nada del mundo dejes de almorzar.
No comas muy tarde
Retrasar la hora de comer es una mala idea si queremos mantener la línea y una buena nutrición. De hecho, si comemos más tarde de las 3 aumentamos el riesgo de engordar, sobre todo porque hay más probabilidades de que andemos picando entre horas y desequilibremos nuestra alimentación.
Después de almorzar
Si tienes unos minutos más, tras el almuerzo es recomendable tener un poco de actividad física. Pasear por el parque de enfrente de la oficina o subir y bajar unas cuantas escaleras antes de volver al trabajo ayudará a la digestión y evitará que la grasa se adhiera al cuerpo. Si tienes que incorporarte de inmediato, hay algunos ejercicios que se pueden hacer mientras trabajas, de lo que hablaremos en otro artículo más adelante.