Voy a entrevistar a personas que, si bien en un principio puede que no te sean del todo conocidas o muy relevantes en la actualidad, han pasado por un proceso de reinvención que estoy seguro va a servirte de inspiración y fuente de motivación si te encuentras en una situación similar.
El caso de Amaia es una historia que me gusta especialmente porque ella ha conseguido en un plazo de tiempo muy breve resultados concretos.
¿Sabes cómo?
Porque trabajó puntualmente lo que hay que hacer para encontrar aquello que quieres hacer en tu vida.
En concreto hizo algo en lo que falla la mayoría…
Si quieres saber de qué te estoy hablando, dale al Play.
Video-entrevista
Entrevista escrita
Tu situación actual
Tengo mi propio proyecto presencial en el cuál estoy consiguiendo los objetivos que me voy marcando.
¿A qué te dedicabas anteriormente?
Tenía un trabajo en la empresa familiar, el cual aún mantengo.
Es un trabajo de administrativo: números, cuentas, proveedores…nada atractivo para mí.
El ambiente no es desagradable. Mi jefe es mi padre (lo cual a veces sí puede ser algo negativo) y con mis compañeros me llevo muy bien. Mi hermana está entre ellos así que todo queda en familia.
En un principio lo veía como mi fuente de ingresos y cuando eres joven no necesitas mucho más. Comienzas a ganar dinero y a tener independencia, no te planteas si te gusta o no.
Pero pasó el tiempo y levantarse por las mañanas llegó a ser un suplicio. A parte de que mi trabajo no me motivaba, tampoco me hacía sentir útil, no me sentía realizada.
Había días de horas muertas lo cual era mucho peor que estar durante 5 horas sin parar. Llegó a desesperarme mucho y a crearme momentos de ansiedad. Alcanzó tal punto que todo mi mundo se vio afectado por esta parcela de mi vida.
¿Qué razones fueron las que te hicieron cambiar?
El Camino de Santiago me hizo dar el paso de cambiar la situación que estaba viviendo. Era algo que ya sabía pero el miedo te impide muchas veces hacer lo que es mejor para ti.
Después de estar cinco días al margen de la realidad, en un estado de paz que jamás había experimentado, me di cuenta de que al volver a casa algo en mi cuerpo había vuelto, la ansiedad.
Ahí fue cuando tomé la decisión, no podía seguir posponiendo ese cambio.
¿A qué te dedicas actualmente?
Actualmente, además de seguir manteniendo el trabajo en la empresa familiar, soy organizadora de bodas, un trabajo que me apasiona hasta tal punto que ha hecho que mi primer empleo no me suponga la carga ni me produzca el malestar que me provocaba antes.
¿Qué características destacarías de tu proyecto actual?
Algo que destacan mis clientes es lo resolutiva que puedo llegar a ser y mi empatía.
Me gusta que todo aquel con el que trabajo esté a gusto colaborando conmigo pero me entrego a mis clientes al 100% ya que son ellos los que me necesitan.
Saber que cuentan conmigo para todo y que estaré ahí para guiarles como si de mi propia boda se tratara les tranquiliza. Eso se nota el día del evento, sus palabras de agradecimiento, sus caras de felicidad y tranquilidad, el cariño que me transmiten….ahí sé que lo estoy haciendo bien.
Y aunque me involucre hasta el punto de cogerles muchísimo cariño, de emocionarme con ellos, de que me preocupe cuando ellos están nerviosos, me compensa porque justo eso es lo que marca la diferencia.
¿Tenías claro desde el principio a qué querías dedicarte en esta nueva etapa, o por el contrario tuviste que pasar por un proceso largo de reflexión?
Cuando comencé en ese camino del autoconocimiento no tenía nada claro a qué quería dedicarme. Varias cosas me llamaban la atención pero no tenían suficiente fuerza como para motivarme.
Así estuve un tiempo; pensando, leyendo blogs, buscando mis talentos, mi pasión, etc.
Después de unos meses sin obtener muchos resultados tomé la decisión de buscar ayuda, alguien que me guiara, que ordenara mis pensamientos, y después de un intento fallido con un psicólogo conocí a Álvaro.
Tres sesiones bastaron para dar un giro de 180º a mi vida. Por primera vez comencé a actuar, que fue lo que hizo que los cambios se fueran dando a cada paso que daba.
Puse en orden mis ideas y dejé de pensar, simplemente tenía que pasar a la acción.
Seguía sin tener claro a qué dedicarme pero probé todo aquello que me motivaba hasta dar con lo que realmente me gustaba, me llenaba, me empujaba a aprender, a experimentar, a crecer, a trabajar día a día en ello.
¿Qué miedos y/o bloqueos iniciales tuviste al comenzar tu proyecto?
Hasta que comencé a trabajar con un coach estuve en un estado de bloqueo total. Mi cabeza no paraba de generar ideas pero ninguna clara, no conseguía pensar con claridad.
Recuerdo que tenía que pararme y sentarme para poder pensar, aun así no conseguía sacar ninguna idea en claro.
Tras la primera sesión con Álvaro mi primer obstáculo fue el del miedo a lanzarme a actuar. Sabía que tenía que hacerlo pero me resistí un poco, quizás por saber que una vez que diera ese paso se desencadenarían una serie de cambios que comenzarían a trastocar mi vida en busca de algo mejor y, aunque fuera algo positivo, eso asusta.
Una vez superado eso aparecieron otros miedos como el de no ser capaz de dedicarme a otra cosa. En el trabajo que tenía estaba cómoda, no tenía demasiadas responsabilidades y se me daba bien.
Comenzar en un trabajo que nunca has realizado te crea inseguridad, dudas, miedos…
Además, después de tantos meses sin tener nada claro, temía que de nuevo me faltara la motivación y volviera al punto de partida.
Por suerte esos miedos van desapareciendo. Siempre se tendrá ese pellizco en el estómago cuando algún reto nuevo se presenta, pero cruzar esa línea y salir de nuestra zona de confort es lo que hace que ganemos en seguridad y podamos crecer, evolucionar, aprender y cumplir nuestros objetivos.
Cruzar la línea y salir de nuestra zona de confort es lo que hace que ganemos en seguridad y…
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¿Cuál fue el motivo principal que finalmente te ayudó a dar el salto definitivo?
Llevaba meses en una situación que detestaba y me hacía sentir muy mal.
Si quería cambiar eso tenía que superar mis miedos y pasar a la acción.
Si no probaba algo nuevo no iba a tener resultados diferentes.
¿Qué diferencias en el aspecto emocional has notado si comparas tu momento actual con el de antes de comenzar tu proyecto?
Antes me sentía deprimida, y lo peor era que eso afectaba a otras áreas de mi vida.
Desde que despertaba me sentía desmotivada, sin ganas de levantarme, con ganas de llorar, sintiendo que estaba desperdiciando mis días.
Hoy tengo ilusión por lo que hago, me siento útil, realizada, enamorada de lo que hago, con nuevos retos que me hacen sentir cosquillas en el estómago.
¿Qué consejo darías a aquellas personas que se encuentran al inicio de su proyecto de reinvención?
Lo primero es creerse que tiene derecho a dedicarse a algo que le guste, motive, apasione, aunque su entorno le grite lo contrario.
Si otros tienen ese privilegio tú también lo puedes tener.
Lo segundo es que se tome en serio ese cambio que le gustaría hacer.
Todos nos hemos planteado alguna vez si nuestro trabajo nos gusta o no, y aunque la respuesta haya sido en negativo, no hemos hecho nada para cambiarlo.
Si de verdad deseas salir de donde estás, tómatelo en serio y trabaja en ello.
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No va a ser fácil ni inmediato, pero en cuanto des el primer paso comenzarán a desencadenarse cambios que quizás tú no veas pero te estarán llevando hasta tu objetivo.
Datos personales de Amaia
Amaia de la Piedad.
31 años.
Proyecto: DECORAR-T
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¿Conoces algún caso de reinvención inspirador que merezca ser conocido?
Si es así, te agradezco que te pongas en contacto conmigo a través del formulario de contacto con el asunto “Historias de Reinvención” para contarme de quién se trata.
¿Qué es lo que más te ha inspirado de esta entrevista?
Te espero en los comentarios para que me lo cuentes.
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