La historia y usos de las setas medicinales no ha sido siempre como ahora. Hasta hace muy poco los hongos gozaban de muy mala prensa en Occidente. En la Edad Media el “cornezuelo del centeno” diezmaba la población europea y en 1850 el “tizón de la patata” causó años de hambrunas en Irlanda y miles de muertes por desnutrición. El “mildiu” es otro hongo famoso que asoló a los viñedos europeos a finales del siglo XIX.
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Pero nuestra percepción de los hongos cambió cuando Fleming descubrió la sustancia antibiótica fabricada por el Penicillium (que debemos considerar más propiamente como un “moho” una denominación que se utiliza para los hongos microscópicos que no forman setas propiamente dichas o carpóforos). Por cierto, si el que lee esto es amante del queso roquefort o del camembert, debe saber que el agente fermentador de estos quesos son respectivamente Penicillium roqueforti y Penicillium camenberti y que junto con la proteína láctea está ingiriendo un organismo vivo.
cornezuelo del centeno
Mientras tanto en Oriente las setas con propiedades curativas eran muy apreciadas desde la más remota antigüedad, utilizándose durante milenios para el tratamiento de distintas enfermedades. A partir de 1960 la Medicina Tradicional China (MTCH) empezó a despertar gran interés en occidente y por ello se empezaron a investigar las setas utilizadas en oriente con fines terapéuticos.
Pero lamentablemente, la mayor parte de la investigación se hizo en una dirección desacertada, ya que a la farmacología occidental no le interesaba incorporar las setas como elementos curativos, sino tratar de aislar e identificar las moléculas responsables de sus principios activos, para luego tratar de sintetizarlas “a novo” y así poder ser materia de patentes, con el consiguiente beneficio económico.
Historia y usos de las setas medicinales
China fue la cuna de la micoterapia y aunque las setas medicinales se usaban desde tiempos inmemoriales, fueron por fin descritas, sistematizadas y ordenadas en el primer tratado de fitoterapia “Pen Tsao King” escrito hacia el 200 AC. En este se describen las propiedades medicinales del Reishi y de muchas otras setas.
La farmacopea china utiliza 270 especies de setas medicinales y la mayoría de ellas ya estaban definidas en cuanto a usos y propiedades terapéuticas en el “Tratado de Materia Médica” (Pen Tsao Kang Mu) de 1575.
Ya en el siglo XI los chinos dominaban las técnicas de cultivo en troncos mediante inoculación de las hifas y también el crecimiento selectivo de muchas especies de setas medicinales.
Ötzi, el honbre de los Alpes
Por extraño que parezca, el conocimiento de las virtudes terapéuticas de las setas en occidente es probablemente tan antiguo como en China. Así lo atestiguan los restos del Hombre de Ötzi, que murió congelado hace 5.300 años en los Alpes y que llevaba consigo trozos de Piptoporus betulinus y Fomitopsis officinalis.
Es posible que en aquellos tiempos ya se conociese el carácter fácilmente inflamable de ambos hongos y que el “hombre de hielo” los llevase como yesca para encender fuego. Pero también puede ser que para entonces ya se conociesen las propiedades antiparasitarias, antiinflamatorias (ácidos poliporénicos), antibióticas (piptamina), antivirales y antitumorales del primero (de hecho la autopsia de Ötzi reveló que padecía de parásitos intestinales).
Respecto a Fomitopsis, éste era famoso en la época de Dioscores (65 DC) y le daban el nombre de “Agarikón”. Era muy utilizado para combatir el estado de debilidad provocado por las infecciones. Hoy se sabe que además de potenciar el sistema inmune, también tiene propiedades antiinflamatorias.
Sin embargo, a pesar de la relativa ignorancia sobre las propiedades terapéuticas de las setas en occidente, hubo algunos casos excepcionales como el del Dr. Dufresnoi y algunos otros médicos franceses que a principios del siglo XIX utilizaron con éxito Lactarius deliciosus contra la tuberculosis. Pocos años más tarde, se publicaron algunos informes de médicos norteamericanos que utilizaron la seta Trametes suaveolens contra la misma enfermedad.
De todas formas el uso de las setas en occidente tanto a nivel popular como por parte de los “profesionales” del pasado es una materia a revisar y actualizar. Cada tanto aparecen sorpresas que hacen pensar si realmente las setas estaban tan “abandonadas” hace unos siglos. Por ejemplo, el gran sabio sueco Linneo hace mención en su libro Materia Medica de 1749, que la seta Auricularia auricula se utilizaba en su época como antiinflamatoria, para problemas oculares y para las anginas de pecho.
DESCUBRIENDO NUEVAS ESPECIES Y VARIEDADES
Ahora, por fin, hemos recuperado las setas medicinales y cada día los centros de investigación micológica rescatan el antiguo acervo de muchos usos medicinales populares y confirman el valor terapéutico de las mismas. Además se investigan nuevas especies y variedades no solo por su poder antibiótico sino además por sus propiedades antitumorales, inmunomoduladoras, antiinflamatorias, anticoagulantes y muchas otras.
Los especialistas no se ponen de acuerdo respecto al número total de especies de hongos que habitan el planeta: entre 250.000 y 3.000.000 según sean incluidos o no en el recuento a los hongos microscópicos como son los mohos y levaduras (tipo Penicillium). Pero en lo que sí están de acuerdo, es en que sólo se conoce un 10% de todas las setas presumiblemente existentes. Cada semana se descubre una treintena de nuevas especies y muchas de ellas son investigadas para determinar su contenido en sustancias de acción farmacológica.
La “ciclosporina” inmunosupresora se aisló hace pocos años de un moho que se desarrolla en los suelos: Tolypocladium inflatum; también hace poco se aisló la “flutimida” de un extracto de Delitschia confertaspora, una seta tropical de Namibia, que es un poderoso antiviral contra la gripe A. Más recientemente se obtuvo “apicidina” del hongo Fusarium sp.: un agente anti-protozoos y antiparásitos (malaria, toxoplasmosis, etc.)
Otra vía de investigación paralela son los estudios etno-farmacéuticos de las setas usadas tradicionalmente y desde tiempos remotos por distintos pueblos del planeta para la curación de diversas dolencias. Al respecto, cabe señalar que las especies de setas africanas utilizadas con fines terapéuticos han sido escasamente estudiadas, así como la mayoría de las especies endémicas de América del Sur.
!1.000 especies de setas medicinales!
Hoy en día se han reconocido unas 1.000 especies con propiedades medicinales, si bien las más famosas y utilizadas universalmente apenas alcanza al medio centenar. De entre estas se han incluido en este libro las más conocidas y estudiadas, teniendo en cuenta también que tanto las setas como sus extractos ecológicos y orgánicos (con sus correspondientes controles sanitarios oficiales) son fáciles de adquirir en tiendas especializadas, herboristerías y farmacias.
Las setas no solo tienen propiedades terapéuticas. Hoy en día se están empleando varias especies de hongos como elementos de bio-remediación para recuperar entornos naturales contaminados por la acción del hombre; para combatir plagas mediante hongos entomo- patógenos que destruyen insectos dañinos para las cosechas, evitando de esa manera, el uso de los peligrosos insecticidas químicos.
También se investigan varias setas por su propiedad de transformar celulosas en alcohol o azúcares, lo que permitiría la elaboración de biocombustibles a partir de desechos agrícolas o forestales sin incidir en el ciclo de producción de alimentos.
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