La Rosa Mosqueta
Es un arbusto que puede sobrepasar los dos metros de altura, con tallos delgados y flexibles, cubiertos de espinas de un color violáceo.
Esta planta silvestre florece una sola vez por temporada. Las flores presentan cinco pétalos de color rosado o blanco rosado, con estambres de color amarillo y con un olor almizclado.
Su fruto, conocido como escaramujo, es de forma ovalada y color rojo o naranja. Se utiliza tradicionalmente en gastronomía, sobretodo en la elaboración de diferentes dulces, conservas, mermeladas e infusiones.
El escaramujo de la Rosa Mosqueta, también se utiliza de forma tradicional en la medicina popular, principalmente para el cuidado de la piel gracias a sus numerosas propiedades terapéuticas.
De sus semillas se extrae uno de los aceites más apreciados y mejor valorados en cosmética, el aceite vegetal de Rosa Mosqueta.
El aceite de Rosa Mosqueta
El Aceite de Rosa Mosqueta es un aceite vegetal con numerosas propiedades tanto para la medicina convencional, como para el mundo de la cosmética.
Este aceite se extrae de sus semillas mediante un proceso de presión en frío. Es de color rojizo pálido y posee un olor acre característico de los aceites no refinados.
Posee un alto contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados (ácido linoleico, ácido linolénico y ácido oleico), nutrientes que intervienen en muchos procesos fisiológicos y bioquímicos del organismo como la regeneración de los tejidos y el crecimiento celular.
Además, el Aceite de Rosa Mosqueta contiene ácidos grasos esenciales (Omega 3, 6 y 9), Vitaminas A, C, E, Taninos y Flavonoides.
Numerosos estudios científicos, han demostrado la gran capacidad cicatrizante del Aceite Puro de Rosa Mosqueta.
Rosa Mosqueta, propiedades terapéuticas
Esta planta ofrece numerosas propiedades medicinales y numerosas aplicaciones. Esta planta medicinal la podemos utilizar de dos maneras:
Uso externo: mediante la aplicación de su aceite o como tónico elaborado infusionando la planta.
Uso interno: ingeriendo sus frutos a través de mermeladas u otras recetas y infusiones.
Gracias a todos sus principios activos, tenemos ante nosotros una planta con poderosas propiedades, ya que la Rosa Mosqueta:
Es un potente antioxidante que neutraliza los radicales libres.
Favorece la regeneración celular.
Es altamente nutritiva.
Tiene propiedades antibióticas.
Regenera la piel dañada
Reduce y elimina las arrugas.
Retrasa el envejecimiento de la piel.
Cuida la salud del cabello y del cuero cabelludo.
Es emoliente por lo que mantiene la hidratación de la piel.
Favorece la cicatrización de heridas.
Mejora dolencias de la piel como eczemas o dermatitis.
Disminuye la inflamación de la piel, de músculos y articulaciones.
Mantiene las uñas saludables.
Ayuda a eliminar o calmar los dolores.
Mejora la circulación de la sangre
Ayuda a eliminar las manchas de la piel
Favorece a la uniformidad del tono de la piel
Su aceite es altamente reafirmante y proporciona elasticidad a la piel
Previene y elimina las estrías y otras marcas como las de la varicela o el acné.
Tiene una acción diurética.
Combate las infecciones.
Mejora los casos de ácido úrico alto o gota.
Reduce los efectos de los rayos UVA – UVB.
Alivia las quemaduras solares.
Calma la piel tras la exposición solar.
Posee una acción estimulante, mejorando estados de cansancio y fatiga.
Tiene un efecto laxante.
Mejora las digestiones.
Alivia los síntomas del resfriado.
En infusiones, ayuda a depurar la vejiga y riñones.
Es vasodilatadora.
Aumenta las defensas del organismo tomada en infusiones.
Cómo utilizar el Aceite de Rosa Mosqueta
Para su uso corporal basta con aplicar una pequeña cantidad de aceite sobre la zona afectada (herida, cicatriz, zona dolorosa…) mediante masajes circulares ascendentes hasta que sea absorbido por la piel.
Puedes utilizarlo como base de maquillaje.
Es un aceite excelente para nutrir las pieles secas.
Se puede utilizar en todo el rostro y cuello para eliminar y prevenir arrugas, líneas de expresión, marcas de acné u otras e incluso como contorno de ojos para las patas de gallo y en el cuello para evitar y reducir la flacidez.
En el embarazo resulta de gran ayuda tanto para prevenir como para reducir las estrías.
Por ejemplo, en el cabello, aplicando una pequeña cantidad en las puntas, ayudará a que no se abran y se resequen.
Sobre todo el cabello aplicando una pequeña cantidad evitaremos el encrespamiento. Además nos quedará brillante y sedoso.
Se puede utilizar también sobre el cuero cabelludo con un suave masaje, sobretodo en aquellos casos de dermatitis seborreica. Se aplica como una mascarilla, una vez repartido por todo el cuero cabelludo, tapamos con una toalla y dejamos actuar.
También podemos utilizarlo para potenciar la acción de nuestros cosméticos, como cremas o mascarillas capilares. Basta con aplicar al producto 10 gotas por cada 30gr de crema.
Además, añadiendo unas gotas a tu champú, tendrás un acondicionador excelente.
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