Para explicar un poco cómo ocurre este fenómeno, podemos empezar diciendo que al final de un ciclo menstrual, la capa superior del endometrio en la cavidad uterina expulsa un fluido, y esto se manifiesta en la forma de sangrado menstrual. Este sangrado del tracto genital contiene el desprendimiento de la membrana mucosa, las secreciones vaginales y el moco cervical. En condiciones normales, el sangrado menstrual es indoloro o ligeramente doloroso y tiene una duración de 3 a 5 días, con un intervalo de 21 a 35 días, para una cantidad de sangre expulsada entre los 50 y 150 ml. A la reducción de estos niveles normales de la menstruación se le considera un trastorno menstrual y se le denomina síndrome hipo- menstrual.
El debilitamiento de la menstruación se puede manifestar de las siguientes formas:
Hipomenorrea (períodos escasos) – se expulsa menor cantidad de sangre menstrual (menos de 50 ml).
Oligomenorrea – se tiene un período menstrual reducido (menos de 3 días).
Opsomenorrea – la menstruación ocurre en un intervalo anormal (un intervalo de 5-8 semanas).
Spaniomenorrea – se tiene un ciclo menstrual extremadamente largo (2 o 4 veces al año).
La hipomenorrea y la oligomenorrea a menudo se presentan juntas y preceden a una desaceleración de la menstruación (opsomenorrhea y spaniomenorrhea) o ausencia total de la menstruación (amenorrea).
El síndrome hipomenstrual primario se manifiesta en niñas casi adolescentes, con anomalías congénitas en el aparato reproductor, fatiga, retraso en el desarrollo, tanto general como sexual. El síndrome hipomenstrual secundario se caracteriza por una marcada disminución en la duración, la frecuencia y el volumen de la menstruación normal.
Síntomas de la hipomenorrea
Cuando una mujer tiene hipomenorrea, su menstruación luce como huellas o gotas de sangre de color marrón claro u oscuro y su duración tiende a acortarse.
La menstruación en sí puede estar acompañada de dolor intenso y contracciones uterinas espásticas, pero en estos casos puede ir acompañada además por dolores de cabeza, náuseas, opresión en el pecho, dolor de espalda, indigestión o estreñimiento. Algunos pacientes con menstruaciones escasas experimentan hemorragias nasales en cada menstruación.
También a este síndrome se le asocia con una disminución en la secreción de estrógenos y, como consecuencia, una reducción de la libido y la función reproductiva.
No obstante, se sabe que a menudo la hipomenorrea transcurre sin dolor y de forma casi imperceptiblemente para la mujer, o sea, sin causarle gran ansiedad.
La aparición de hipomenorrea durante la pubertad o premenopausia es en realidad una señal de los cambios hormonales dependientes de la edad y no un signo de patología. Sin embargo, cuando se produce esta u otras manifestaciones del síndrome hipomenstrual durante la fase reproductiva, entonces es un signo de una enfermedad y se necesita un examen cuidadoso y exhaustivo para averiguar la causa.
Otras causas de la hipomenorrea
La hipomenorrea se puede producir durante el período reproductivo normal de la mujer, principalmente como resultado de un mal funcionamiento de glándulas u ovarios que regulan la función menstrual pituitaria. También puede ser causada por insuficiencia del endometrio en el útero debido a manipulaciones intrauterinas (raspado frecuente y aborto), así como enfermedades inflamatorias (tuberculosis). Por otra parte, el fallo en la producción cíclica de las hormonas conduce a una circulación de sangre insuficiente en el útero y cambios inadecuados en el endometrio, que eventualmente se manifiestan en la forma de menstruación escasa.
Principales factores que desencadenan el desarrollo de la hipomenorrea
Pérdida de peso aguda causada por la desnutrición, la dieta, anorexia, ejercicio físico agotador.
Hipovitaminosis (deficiencia de vitaminas), anemia, trastornos metabólicos.
Trastornos mentales, sobrecarga y estrés.
Lesión o cirugía en el tracto urogenital.
Hipoplasia genital, extirpación quirúrgica parcial del útero.
Anticonceptivos hormonales o poco convenientes para la mujer.
Enfermedades endocrinas.
Lactancia.
Lesiones tuberculosas en los órganos genitales y otras enfermedades infecciosas.
Impacto de riesgos laborales (químicos, radiación).
Intoxicación.
Diagnóstico y tratamiento de hipomenorrea
Una mujer debe consultar a un ginecólogo para su examen médico a fin de determinar las causas de la menstruación escasa y evaluar el riesgo que este síndrome representa para su salud. El esquema para el examen de un paciente con hipomenorrea incluye un cuidadoso análisis de la historia clínica, examen pélvico completo, análisis de muestras vaginales para estudios citológicos, inoculación bacteriana y diagnóstico por PCR de las infecciones genitales, evaluación de la gráfica de temperatura corporal basal, identificación de las hormonas sexuales en la sangre y la orina, evaluación por ultrasonido del útero y los ovarios, biopsia y examen histológico del endometrio.
El tratamiento dependerá de los resultados obtenidos en el curso del diagnóstico. En aquellos casos en que la hipomenorrea fue causada por trastornos en la alimentación, la actividad física y el equilibrio psico-emocional, las medidas aplicadas serán para corregirlos, se prescribirán vitaminas, hormonas y agentes antimicrobianos específicos de acuerdo a las indicaciones.
También se consiguen buenos resultados mediante la adopción de medicamentos homeopáticos, cuyo efecto es similar al de las hormonas naturales. Cuando la hipomenorrea se acompaña de depresión, debilidad general, apatía, dolor de cabeza y frigidez, el paciente requiere terapia física y tratamiento psicoterapéutico destinado a abordar los trastornos funcionales.
Para la terapia se recomienda el tratamiento de la enfermedad de base y llevar a cabo medidas de reparación.
Durante la lactancia y la premenopausia, no se requiere un tratamiento especial para los casos de menstruación escasa.