Nos llevan bombardeando ya casi dos meses. La tele, las revistas femeninas, las vallas publicitarias, la radio, internet…ay madre!!!
Y cada año la misma historia. Nos queda nada para ponernos el bikini y no nos vemos más que fallos y…¿quien se alegra de ello?
Los fabricantes de las mil cremas y productos milagrosos que este año por fín sí que nos van a borrar la celulitis de un plumazo y nos van a hacer desaparecer las estrías.
Aunque creo que “estrías” era una de esas palabras prohibidas, mejor llamémoslas imperfecciones como suelen denominarlas esos simpáticos fabricantes de sueños.
¿Imperfecto es un cuerpo cuya piel se ha estirado hasta los límites porque albergaba dentro una vida? Parece que sí.
Y también parece que hay quien se empeña en que pueden borrarse, como si allí nunca hubiese pasado nada. Pero ¿se puede borrar algo que cuenta una historia tan bella?
Conocí a una chica que tenía un método infalible, laborioso pero eficaz (según creía ella). Se pintaba las estrías una a una. ¡Como lo oyes!
Con un bastoncillo para los oidos, crema autobronceadora y una paciencia infinita iba pintando esas señales blancas en su piel que al volverse de un tono más oscuro quedaban camufladas.
Es como hacerse un fotoshop. Te ves bien un rato pero sabes que aquello no es real. ¿Merecía la pena todo ese trajín?
¿Acaso alguien la amaría más, se amaría más ella misma, si no tuviera la piel marcada por estrías? Quien la amaba la veía bella sin más, el problema era ella misma.
Chicas, las señales de nuestra piel cuentan historias, igual que las arrugas de nuestra cara. Si además esas historias son bonitas ¿para qué vamos a ocultarlas?
Hace cosa de un año leí un post muy interesante llamado “Mujeres tigre” de la web de Proyecto Khalo en el que un puñado de valientes mostraban al mundo sus estrías en un intento de dar visibilidad a una realidad que no debe avergonzar a nadie (la foto de esta entrada proviene de este post que te cuento).
Si has estado embarazada, has engordado y adelgazado o si simplemente estás viva es más que probable que tengas estrías, tú y la mayoría de las mujeres de este planeta.
Mi experiencia es que se pueden prevenir (si estás leyendo esto y tienes doce años aún tienes posibilidades) pero que una vez que están ahí nos van a acompañar toda la vida. Así que parece más sensato aceptarlas que luchar contra ellas cuando además tenemos todas las papeletas de perder.
De aceptar, quererse y sentirse bien va nuestro nuevo reto, si quieres saber más pincha en esta imagen ahora. Quedan sólo dos días para ponernos en marcha y aún te puedes apuntar.
Gracias por leernos!!
El post Estrías y otras “imperfecciones” es original de Comienzo Hoy.