Si lograr tu objetivo de bajar de peso está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza, probablemente te estarás preguntando cuál es el motivo de tu fracaso. Aunque probablemente sabrás que perder peso es algo tan simple como ingerir menos calorías de las que quemas, otros factores como los hábitos de comida también pueden tener influencia en el resultado final.
En caso de que tengas dudas de en qué puedes estar fallando, hemos creado este gráfico para ayudarte a resolver por qué motivo no puedes deshacerte de esos kilos de más y qué puedes hacer para lograr el objetivo.
Como puedes ver, la mayoría de persona se equivocan en una de estas tres áreas: tipo de ejercicio físico, hábitos alimenticios o estrategia de la dieta. Esto es lo que necesitas sabe acerca de cada posible obstáculo:
Tus ejercicios
Como ya hemos mencionado, tu rutina de ejercicios puede afectar al consumo de calorías. Aunque el ejercicio puede llegar a ser una gran manera de quemar calorías, sudar con el único propósito de perder peso puede llegar a ser contraproducente. Hacer un trabajo duro en el gimnasio puede dejarte con más apetito a la hora de comer, y aunque a veces no te des cuenta, el tamaño de las porciones de comida acaba siendo más grande pudiendo detener la pérdida de peso o incluso aumentándola.
Los idea es realizar algún tipo de ejercicio físico cinco veces a la semana durante al menos 30 o 40 minutos. Intenta variar la intensidad a lo largo de la semana para evitar el agotamiento y un aumento del apetito.
Tus hábitos alimenticios
Qué comemos y con qué frecuencia puede ser a menudo a menudo el resultado de un determinado estado emocional. Los ejemplos más típico son hincharse de comida después de un mal día o ahogar las penas con una tarrina de helado (o una botella de vino) después de una ruptura dolorosa. Además la cantidad de comida que comemos también puede depender de nuestra vida social. Fiestas de cumpleaños, cenas de empresa, aperitivos con amigos, etc.
En lugar de usar la comida como una muleta cuando te sientes mal, llama a alguien con quien puedas hablar y desahogarte o encuentra una mejor manera de relajarte después de un día de ajetreo. Y si te encuentras con que la comida es el foco de una reunión social, siéntete libre de disfrutar de ella. Una tarde de cerveza y patatas bravas no va a arruinar tu esfuerzo, pero si lo conviertes en tu hábito diario quizás deberías abandonar definitivamente la idea de perder peso.
Tu dieta
Los atajos para perder peso como dejar el alcohol de un día para otro o eliminar de golpe algún grupo de alimentos de tu dieta, terminan generalmente recuperando el peso que habías perdido. En lugar de dejar repentinamente de comer pasta blanca y helado, trata de encontrar un equilibrio entre los alimentos nutritivos y los caprichos ocasionales.
Recuerda que comer saludablemente no tiene por qué estar reñido con disfrutar de la comida. Cuando se trata de rebajar peso, es mejor hacerlo disfrutando lo máximo que sea posible. Encuentra recetas, condimentos y trucos de cocina para hacer comidas saludables y bajas en calorías.
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