Pongamos un escenario: Miras el monitor de tu PC como si estuvieras obsesionado, con la sensación incluso de poder ser succionado por él de un momento a otro. Estás concentrado, demasiado concentrado…… corres esos dedos en el teclado como si yo fuera Jerry Lee Lewis tocando “Great Balls of Fire”; no hay distracción. ¡Hoy tienes esa motivación extra que te permitirá terminar tu trabajo a tiempo! Cuando un “ding” melodioso de repente resuena por toda la habitación, acabas de darte cuenta de que has recibido el sonido de la notificación de un mensaje.
¿A qué te dedicas? ¿Sigue trabajando duro en el teclado o compruebas ese mensaje?
La respuesta a estos dilemas está determinada por un grupo de neuronas en tu corteza prefrontal justo detrás de la frente. Es el centro direccional de tu cerebro. Una de sus tareas es resolver conflictos y gestionar prioridades en general.
La habilidad de permanecer enfocado en lo que haces e ignorar la distracción es parte de las competencias centrales de una mente virtuosa a la que todos podemos aspirar, sólo necesitamos ejercitarnos.
Foto de Antonio de la Osa Carrillo
¡Llámalo si quieres, concentración!
Cuanto más centrado estés, más éxito puedes tener en cualquier cosa que hagas. Por el contrario, cuanto más te distraes, menos puedes hacer las tareas que tienes que realizar. Esto se aplica en todos los ámbitos: deporte, escuela, trabajo, relaciones sociales.
La concentración es el ingrediente oculto de la excelencia. ¿Por qué “escondido”? Porque normalmente no te das cuenta. La falta de atención te lleva a sentirte inclinado a vacilar en lo que estás haciendo.
La habilidad para enfocar es como un músculo mental. Cuanto más trabajo se realice en esta capacidad de concentración, más fuerte serás. Es como si fueras al gimnasio para mejorar tu estado físico y resistencia.
La investigación realizada por Wendy Hasenkamp analizó el cerebro de algunos voluntarios. Tenían que prestar atención a su respiración. No han intentado controlar su respiración de ninguna manera. Simplemente se enfocaron en su flujo natural.
4 movimientos para combatir la distracción
En esta investigación, la fórmula efectiva para ayudar a focalizar los esfuerzos se resume en 4 pasos para combatir la distracción. La consecuencia de estas prácticas es la mejora significativa en el desempeño mental relacionado con la atención:
Presta toda tu atención a tu respiración.
Ahora es la oportunidad de revisar todos los pensamientos que tienes, a pesar de decirte que te concentres en su aliento, haz un análisis de lo que piensas y ve librándote de ellos. Cada vez más centrándose en la respiración.
Libérate de esos pensamientos como si fueras una locomotora: para ir más rápido, hay que deshacerse de los vagones.
Presta atención a tu respiración y aguántala varios segundos.
Y la próxima vez que tu mente se aleje y te des cuenta de que estás pensando en otra cosa, por ejemplo, lo que vas a comer en el almuerzo en vez de en tu respiración, repite los 4 pasos otra vez… y luego… otra vez.
Esta es la manera de fortalecer los circuitos cerebrales.
Entrenar la corteza prefrontal, responsable de la concentración. Te devuelve a lo que estabas haciendo antes de que pensara en el color de los zapatos para poner.
Pero esta sencilla rutina mental es engañosa: parece más fácil de lo que realmente es.
Pruébalo un minuto. Si eres como la mayoría de las personas, encontrarás que es inevitable tener pensamientos que te distraigan de su respiración.. Y esos pensamientos son seductores.
Conciencia contra la distracción
Toma conciencia, practica la atención activa para notar que tu mente se ha desviado y haz un esfuerzo mental para traer de vuelta tu atención a la respiración.
Este entrenamiento mental, si se hace regularmente y consistentemente, hará más fácil combatir la distracción; es ella quien es la culpable, la distracción. No te permite hacer las cosas que te has propuesto.
Si eres una persona que ha practicado alguna vez la meditación, esto te será más fácil. Para luchar contra lo que nos distrae de nuestras metas, necesitamos las infinitas formas de meditación, como lo demuestran el yoga y sus beneficios.
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