Pero como todas las cosas, hacer estiramientos sin saber cómo realizarlos puede llegar a tener su aspecto negativo. Es por ello que en esta nota te vamos a contar los cinco estiramientos que no debes hacer o, mejor dicho, los cinco movimientos que pueden llegar a causarte más problemas que beneficios. ¡Presta mucha atención!
El primero de ellos se trata en hacer estiramientos cortos, o sea, de poca duración. Y esto se debe a una sencilla y lógica explicación: un músculo necesita tiempo para cambiar de estado, para acomodarse a la nueva posición.
Debemos tener presente que, con los estiramientos, lo que buscamos es cambiar la estructura del músculo. Es por ello fundamental darle el tiempo necesario para que el músculo ceda y por tanto se modifique.
El otro grave error tiene que ver con hacer estiramientos muy intensos. Generalmente esto está unido con el primer error. El que suele hacer estiramientos cortos también los practica de forma intensa. Por ende, se produce un doble error que perjudica notablemente la salud de los músculos.
En esta misma línea encontramos el estiramiento con rebote. En vez de ceder, el músculo tiene a retraerse esperando la siguiente embestida que le darás en el rebote. El resultado: se tensa y puede llegar a lesionarse. Esto se da porque con el rebote el músculo va perdiendo longitud.
El cuarto error muy común que se presenta a la hora de elongar es el de bloquear la respiración. Aquí hay una “ley”: si la respiración se bloquea, el músculo se bloquea. El músculo por tanto se “prepara” para aguantar, para no cambiar de estado. Lo que se produce es que se fuerce innecesariamente y también se corran riesgos de posibles lesiones.
Un secreto de esto último es que cuando tomamos aire, los músculos en general aumentan de tamaño. Aquí no es buen momento para estirar, porque estaríamos forzando algo. En cambio, en la expiración, o sea, en el suspiro, es cuando los músculos pierden tamaño y están más propensos para ser estirados con mayor facilidad.
Por último, el quinto y gran error que se produce a la hora de hacer estiramientos de forma indebida, es el de hacer compensaciones por todos los lados. La idea de lograr un buen estiramiento es la de poder lograr incrementar la longitud del músculo que estamos estirando. El concepto de compensación habla de que cuando alguien estira y lo hace mal, alcanza ese lugar en donde quiere llegar con el estiramiento, pero como consecuencia de ello, acorta la distancia inicial del músculo. En otras palabras, el músculo se “traslada” pero no se estira.
Es por ello que para que se produzca este cese del músculo, es necesario hacerlo con suavidad, con paciencia, sin estiramientos cortos, sin rebotes, sin privarnos de la respiración.
Tienes que tener en cuenta que un estiramiento cuenta con dos fases. La primera es la de hacer ceder al músculo de su parte tónica, su tamaño actual y en el cual se siente a gusto, para que pase a su verdadero tamaño, su verdadera estructura.
La segunda fase es cuando ya se logró esa extensión natural del músculo y es cuando comienza el verdadero estiramiento. Recién allí es cuando se produce un cambio verdadero de estructura y todo lo que se gane desde este punto, será beneficio para nuestro cuerpo.
Recuerda entonces que estirar es fácil, pero estirar bien requiere un poco más de paciencia y conlleva más complejidad, pero te aseguramos desde aquí que los beneficios de un buen estiramiento será increíbles para tu bienestar.