La semana pasada hablábamos de propósitos de año nuevo, de por qué a veces nos resulta imposible cumplirlos, y como trazar un plan para acercarnos a nuestro objetivo.
Si te has planteado mejorar tu alimentación, comenzar la dieta paleo, o un whole30, sólo te puedo recomendar una cosa
Mis consejos para conseguirlo:
Tira ya toda la comida basura (chatarra) que tengas por casa. “Pero esto es de mi pareja, de los niños, de la abuela…” . Bueno, seguro que a ellos también les sienta bien el cambio.
Compra sólo ingredientes que entren dentro de la dieta paleo. “Esto para el cheat meal”… Suelta eso, vuelve a dejarlo lentamente en la estantería del súper. Ya lo comprarás dentro de un mes: ahora toca detox.
Cocina en masa y congela porciones. Tu cocina parecerá un campo de batalla, pero después con un poco de suerte, tras una mañana de domingo cocinando tendrás muchos táperes listos para congelar…
Por ejemplo, yo suelo cocinar de una sentada unos 2 kilos de pollo, lo divido en raciones y lo guardo.
Después, sólo tengo que recordar sacarlo del congelador (que no es tan fácil como parece), para poder usarlo en recetas como la de hoy.
Ingredientes (para dos páersonas)
Vinagreta
Son cantidades aproximadas, un poco al gusto:
Zumo de una mandarina
3-4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1-2 cucharadas soperas vinagre de manzana
Ensalada
250 gr. pechuga de pollo
Espinacas, suficiente para cubrir el fondo de dos platos de ensalada
10 nueces sin cáscara
1 aguacate
5-7 ciruelas pasas
2 cucharada de semillas de sésamo
1 manzana
Preparación
Vinagreta
Exprime el zumo de mandarina y mézclalo con el aceite de oliva y el vinagre de manzana.
Ensalada
Corta la pechuga de pollo en cuadrados.
En una sartén a fuego medo, pon un poco de aceite de oliva y cocina el pollo hasta que esté bien hecho. Unos 10 minutos aproximadamente. Una vez cocinado, resérvalo hasta que quede a temperatura ambiente.
Reparte las espinacas entre los dos platos.
Corta el aguacate y la manzana en cuadraditos y repártelos también.
Distribuye las ciruelas.
Añade el pollo.
Vierte la vinagreta por encima del resto de los ingredientes (al gusto, no hay por qué inundar la ensada ;))
Por último, esparce por cada plato, las semillas de sésamo.