Teniendo en cuenta que el cigarrillo afecta a muchos órganos del cuerpo se podría decir, sin exagerar, que es mortal.
A pesar de estos datos es mucha la gente que fuma de una manera habitual y natural. Recientes estudios demuestran que la edad promedio para empezar a fumar es a los 15 años.
Lo mas preocupante de esta situación es que esa primera experiencia no se da por el hecho de "necesitar" fumar ya que el organismo no es dependiente de los componentes del cigarrillo.
¿Como afecta a la salud bucal?
El consumo de tabaco puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer oral y de las vías aerodigestivas.
Otro problema asociado con el tabaco es que agrava las enfermedades de las encías.
Fumar puede retrasar la cicatrización después de cualquier intervención quirúrgica en la boca (extracciones dentales, cirugías implantologicas, curetajes y raspados, biopsias, etc).
En pacientes fumadores se observa disminución de la sensibilidad olfativa y gustativa y disminución de la calidad de la saliva.
Aunque no está demostrada la relación caries-tabaco, sí es frecuente hallar en fumadores potenciales, caries de cuello (en el limite encía-diente), íntimamente relacionadas con la enfermedad periodontal (comunmente llamada "piorrea").
Desde el punto de vista estético el tabaco contribuye al mal aliento, a las manchas en las piezas dentales y en la lengua y a la acumulación de sarro en los dientes.
¿De que se compone el tabaco para ser tan agresivo?
Además de la nicotina, el humo del cigarrillo combina tanto gases tóxicos (monóxido de carbono, hidrógeno, cianuro y óxidos nitrosos y sulfúricos) con alquitranes, y contiene más de 4.000 sustancias difentes altamente tóxicas.
A pesar de estos datos, es muy difícil que un fumador logre dejar por completo el habito. Aunque es de gran ayuda visitar periodicamente al Odontólogo para detectar a tiempo cualquier anomalía relacionada al tabaco, y para hacerse limpiezas profesionales manteniendo así un equilibrio en la salud bucal.
Con respecto al cuidado diario, el paciente que posea el habito de fumar debe potenciar la higiene oral para evitar las antiestéticas manchas y el mal aliento. Con el asesoramiento del profesional se pueden usar pastas dentífricas especificas para el cuidado de las encías.