*Tabaco:
El tabaco es un factor ambiental que reduce la respuesta del huésped y facilita el desarrollo de enfermedad periodontal1. Uno de los mecanismos por los que el tabaco favorece su desarrollo parece ser la reducción de las defensas inmunológicas frente a los patógenos periodontales. Los fumadores suelen presentar un incremento de los monocitos en sangre periférica con alteraciones en su funcionalidad. Una actividad fagocítica alterada puede conllevar un défi cit en la eliminación de los patógenos de la cavidad oral. Asimismo, los linfocitos B y T expuestos al tabaco presentan una reducción en su capacidad de proliferación y de producción de inmunoglobulinas protectoras frente a los patógenos orales.
La característica típica de la enfermedad periodontal asociada al tabaco es la destrucción de los tejidos de
soporte de los dientes, con los signos derivados de la pérdida de hueso, formación de bolsas periodontales
y ocasionalmente pérdida dental. El tabaco aumenta de 5 a 20 veces el riesgo de padecer una enfermedad
periodontal en comparación con la población no fumadora. Este incremento depende del tiempo de exposición al tabaco. La causa no parece estar relacionada con cambios en la microfl ora bucal, por lo que se piensa que puede estar relacionada con fenómenos vasculares e infl amatorios. Por otra parte, la nicotina y el monóxido de carbono del humo del tabaco infl uyen de forma negativa en la curación de las heridas.
Los fumadores tienen un aumento de la prevalencia de las enfermedades periodontales. También tienen una
mayor prevalencia de pérdida de piezas dentales.
La mayoría de los estudios también recogen que los fumadores con periodontitis responden menos favorablemente a los tratamientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos o regenerativos, así como también ven comprometido el éxito de los implantes. Los estudios realizados a largo plazo han demostrado que los fumadores tienen una mayor probabilidad de presentar recidivas de enfermedad periodontal durante los periodos de mantenimiento periodontal, siendo los fumadores de más de 10 cigarrillos al día los que tienen una peor progresión de la enfermedad.
*Alcohol:
El alcohol también se ha relacionado con afectación de la salud bucal, pero su relación es menos evidente que la del tabaco.
En un estudio realizado en 34 pacientes que estaban en tratamiento de deshabituación de su alcoholismo,
se observó una pérdida media de piezas dentales del 15,1%. De las piezas examinadas restantes, el 13,5%
presentaban caries. También se vio que un 35,3% presentaban anomalías de los tejidos blandos de la boca, un 47,1% erosiones en los dientes y que un 82,3% presentaban infl amación gingival de moderada a grave.
El consumo de alcohol también se ha relacionado con lesiones en la mucosa oral. En un estudio realizado en el sur de Londres en el que participaron 693 personas, 388 consumidoras solo de alcohol y 305 consumidoras de alcohol y otras drogas, la prevalencia de patología oral fue similar en ambos grupos:
-8,8% de queratosis friccional
-4,8% con tejido cicatricial en los labios
-3,8% de candidiasis
-3,0% de queilitis angular
En el análisis estadístico realizado para ver correlaciones, se encontró que las variables con incremento de probabilidad de presentar estas lesiones fueron: la raza (negros o asiáticos), fumadores, personas con un índice de masa corporal < 20 y bebedores de cerveza en grandes cantidades.
*Ofrecido por higienistasVITIS "capsulas monograficas"*