El consumo de tabaco provoca muchas muertes evitables en el mundo, es un factor cancerígeno de primer grado.
Las estadísticas dicen que entre el 80 y 90% de los cánceres relacionados con el pulmón son consecuencia de un hábito tabáquico.
Para un fumador dejar de fumar es una situación muy estresante pero se puede controlar con apoyo psicológico y terapias farmacológicas.
El consumo de tabaco no afecta sólo al pulmón, también afecta a la laringe, al esófago, al riñón, al útero, al estómago... Hay muchos cánceres que son consecuencia del tabaco.
No olvidemos que el feto también es un fumador pasivo.
Debemos tener mucha consciencia a la hora de ver donde estamos, en respetar los espacios sin humos.
No sólo inhala tabaco la persona que está fumando un cigarrillo, sino también los que están respirando.
Dejar de fumar es una decisión muy importante que nos va a ayudar en nuestra salud.
Vamos a disminuir los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, vamos a mejorar nuestra respiración, nos vamos a fatigar menos, vamos a prevenir un cáncer de cualquiera de los que hemos mencionado y lo más importante es que vamos a crear espacios sin humos y vamos a educar en la salud.
No olvidemos que el tabaco es una de las causas de muerte que se pueden evitar. Depende de nosotros.