Cuando las personas se encuentran sometidas a un estrés permanente, su cuerpo se defiende de esa agresión tratando de adaptarse a ese estado de cosas. Se conoce a esa adaptación con el nombre de Síndrome general de adaptación, a través de él nuestro cuerpo se prepara para el estrés.
Este síndrome general de adaptación tiene tres etapas, estas etapas dan un aviso. Cuando se llega a la última de esas etapas es cuando se produce el Síndrome del Quemado.
Etapas del síndrome general de adaptación
Etapa uno
Esta es la etapa de alarma, el estrés es una respuesta a lo que nuestro organismo interpreta como una amenaza. Cuando nos sentimos amenazados por una situación, nuestro cuerpo se prepara en forma instintiva para luchar o para huir.
Si esta amenaza sigue presente, ingresamos en la siguiente etapa del síndrome general de adaptación.
Etapa dos
A esta etapa se la conoce como de la resistencia. En ella el cuerpo se mantiene alerta y activo, a fin de reaccionar o huir ante cualquier agresión que se presente. Esta etapa demanda un gran esfuerzo físico en el que no hay descanso.
El que el organismo se encuentre en un alerta permanente hace que se produzcan ciertos trastornos como la hipertensión, dolores musculares, ulceras, etc.
Etapa tres
Esta es la etapa de agotamiento. Después de haber estado el cuerpo en continuo estado de alerta, se produce el efecto indeseado pero lógico que es el agotamiento. Esta etapa nos lleva inexorablemente al síndrome del quemado.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del quemado?
El cansancio
El agotamiento, la falta de energía, de fuerzas y vitalidad, es uno de los síntomas indubitables de este síndrome.
Desmotivación
Ese es otro de los síntomas más conocidos del síndrome del quemado. No se siente entusiasmo ni interés por nada. Hasta la tarea más sencilla resulta una obra titánica, las jornadas de estudio o de trabajo resultan interminables y muy agotadoras.
Surgen las emociones negativas
Se siente ansiedad, depresión, pesimismo, desesperación. La persona que tiene este síndrome esta frustrada y muy deprimida. No encuentra una solución a su problema, lo que es lógico. Tanto su cuerpo como su mente están totalmente agotados, por ende no puede pensar con claridad.
Falta de concentración
Este es otro de los síntomas más reconocibles del síndrome del quemado, debido a su fatiga física y mental la persona que lo padece no logra concentrarse.
Otro de los síntomas reconocibles del síndrome del quemado son:
falta de rendimiento
problemas de relación
problemas de salud
Si tienes alguno de estos síntomas, debes buscar ayuda.