—¿Qué están haciendo?, les preguntó.
—Cortando piedra, dijo uno de ellos con indiferencia.
—Ganándome unos francos, repuso secamente el segundo.
El tercero suspendió su labor por un momento y con una gran sonrisa y marcado entusiasmo respondió:
—Estoy construyendo una hermosa y espectacular catedral que va a ser la más importante de toda la región”.
Pocas veces nos observamos en el espejo con detenimiento, pero sería una práctica maravillosa que nos permitiría reconocer la cara con que salimos al mundo y en donde se reflejan nuestros pensamientos y sentimientos más profundos.
Mantener una expresión de agobio y una actitud negativa, basada en el cansancio que sentimos, en las preocupaciones que nos inquietan, en los pendientes que aún tenemos o en la falta de motivación para realizar alguna labor, hará que nos hundamos lentamente, agobiados por el desánimo y el peso de toda esa carga mental y emocional tan negativa que arrastramos.
¡Vale la pena, que te animes, que hagas el esfuerzo necesario por recuperar el entusiasmo y la motivación que necesitas para replantear tu vida y darle un nuevo sentido a ella. ¡Sonríe! Deja de poner esa cara tan fea, que muchas veces es la razón por la cual los demás piensan que eres una persona antipática, pesimista o egocéntrica. Evita sentirte víctima de las circunstancias y recuerda que tú eres el arquitecto de tu destino y que depende de tu conciencia, responsabilidad y elecciones, la posibilidad de cambiar y mejorar tu estilo de vida. Haz algo concreto para salir del cansancio que te agobia y que borra la sonrisa de tu cara, que agacha tus hombros, dobla tu espalda y te aumenta unos cuantos años demás. Camina al aire libre y oxigénate, duerme unas horas más, toma una ducha larga y deja de quejarte por la vida que llevas.
Diviértete, deja de pensar sólo en el deber y las obligaciones; cumple con ellas, pero también invierte un poco de tu tiempo en hacer cosas que disfrutes, nuevas y divertidas. Hazte un cambio de imagen, córtate el cabello, cámbiale el color, ponte una camisa diferente, cambia de perfume, inicia un régimen alimenticio, ve al gimnasio y sonríe. Reconoce todas las cosas positivas que también te suceden y aprende a valorarlas, disfrútalas y apóyate en ellas para salir a la superficie de tu vida cuando te sientas desanimado y pesimista. Vence el temor al futuro, a lo que imaginas que puede pasar de la peor manera; piensa en lo que podrías hacer para resolverlo si sucediera y cada vez que un pensamiento negativo te amenace, distrae tu mente y concéntrate en el momento presente.
Recupera el entusiasmo y la alegría de vivir, no importa cuáles hayan sido las razones o las circunstancias que te llevaron a perderlo, puedes recuperarlo rápidamente si así lo quieres, para retomar tu vida de una manera diferente y más positiva.
Cuando una persona se siente entusiasta, se olvida de sus pesares y preocupaciones, tiene más energía vital y se siente capaz de superar los obstáculos y la dificultad. El entusiasmo nos inspira, nos da fuerza y motivación y nos impulsa a realizar cosas; es como una llama que se enciende y activa nuestro motor interno y personal. Se trata de un sentimiento fuerte e intenso, pero a la vez frágil, pues así como se enciende y nos sorprende con su efecto tan positivo y especial, puede apagarse con facilidad.
Claves para potenciar el entusiasmo
VISTETE CON UNA SONRISA: todas las mañanas, párate frente a el espejo del baño, y mírate fijamente a los ojos y repítete: “Hoy va a hacer el mejor día de mi vida”, convéncete de que la vida te sorprenderá, cambia la expresión de tu cara, dibuja en ella una sonrisa amplia, trata de conservarla todo el día.
LLENATE DE PASION: el entusiasmo nos da la motivación y el ánimo para hacer cada cosa con pasión, compromiso y entrega. Sentir amor por lo que hacemos nos llevará a ser exitosos y a sentirnos más satisfechos con la vida que tenemos.
APROVECHA LA INSPIRACION: cuando estamos envueltos en el entusiasmo se nos ocurren nuevas e ideas creativas. La mente está más abierta y nuestros pensamientos son más positivos claros y creativos.
USA EL IMPULSO: con el entusiasmo, tenemos una mayor capacidad para hacer el trabajo necesario para conseguir las cosas que deseamos. No dejes pasar la oportunidad de aprovechar el impulso.
¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar bien!