A menudo ocurre que nos encontramos con personas que sufren de notorios temblores en las manos o en otros miembros de su cuerpo, aunque sus causas pueden ser de lo más variadas y pueden encontrarse en:
- La toma de fármacos que los provocan.
- Enfermedades neurológicas, tales como el Parkinson.
- Enfermedades metabólicas como el hipertiroidismo.
- Patologías sistémicas como la esclerosis múltiple.
- Las polineuropatías y otras enfermedades psiquiátricas.
¿Qué es exactamente un temblor?
Se trata de un movimiento oscilatorio involuntario y que es ejecutado de manera rítmica por alguna parte del cuerpo. El mayor problema que pueden presentar los temblores son la interferencia con las funciones motoras y la dificultad del paciente para ejecutar movimientos precisos. Por todo esto, puede llegar a generarse una incapacidad para el propio paciente.
El temblor esencial es el más frecuente entre los distintos tipos de temblores que existen y es provocado por alteraciones específicas en el cerebelo, lugar donde se genera este trastorno. A partir de los 65 años, este temblor tiene una incidencia en la población mayor de hasta un 14%.
El temblor esencial
El temblor esencial puede presentarse de dos maneras diferentes, y es que, por una parte, puede tratarse de un temblor esporádico y cuya causa u origen sea desconocido. Por otra parte, está el más común, que se trata de una condición hereditaria autosómica dominante.
Debemos tener mucho cuidado con no confundir el temblor esencial con los temblores que provoca la enfermedad de Parkinson, aunque sí pueda existir un tipo de progresión y una mayor predisposición entre los pacientes que sufren de temblor esencial.
Si notas que empiezas a desarrollar síntomas de temblores, no dudes en consultar a un médico, pues existen fármacos que mejoran las consecuencias del temblor esencial y contribuyen a que el enfermo tenga una mayor calidad de vida.