Esta es una reflexión que lleva bastante tiempo. Comenzó o al menos tengo conciencia de que comenzó cuando vi hace un tiempo una película sobre los jugadores de fútbol americano y el hombre que descubrió que los repetidos suicidios y estados psicóticos que estaban presentando algunos ex jugadores se debía a los repetidos golpes que estos habían recibido en la cabeza durante su periodo activo como jugadores. El hombre que lo descubrió era un médico forense nigeriano encarnado por Will Smith.
No es una película sobresaliente, de hecho es la típica película con la temática del héroe que lucha contra el mundo para detener una injusticia. Pero en ella hubo una escena que me llamó particularmente la atención. El protagonista, trata de denunciar el problema de los jugadores, pero evidentemente recibe el acoso y rechazo por parte de la asociación de fútbol americano y todos los siempre efervescentes detractores del cambio.
Cuando estaba en un fuerte momento de duda, su mujer le recordó su nombre original. El nombre era, aquél que saca la verdad a la luz. Era evidente que ese era su destino, pero eso no significaba que se le haría más fácil.
Muy poco después de eso estaba hablando con Cata Valdes, próxima entrevistada del podcast, quién a propósito de su propia enfermedad a la tiroides y eventual sanación, tuvo que hacer un largo y tedioso camino para empezar a hacer lo que esta haciendo hoy: enseñar lo que aprendió al sanarse con pura alimentación y cambios de estilo de vida.
Con ella hablábamos de esto. Su camino sigue estando lleno de baches y desafíos, y eso por ningún motivo significa que es momento de renunciar.
Los obstáculos son muchas veces una forma de enseñarnos fortaleza, resistencia y vías alternativas que en definitiva constituirán el verdadero remedio a un problema extenso. En definitiva, el camino no será más fácil y bonito porque es el correcto. Muchas veces debemos pasar por cosas muy complejas y difíciles para llegar a donde debemos llegar. Y esto es parte de la joya que emerge de seguir nuestro verdadero camino.
El lado interno del fluir
Es cierto sin embargo que cuando nos alineamos con nuestro destino algo, una certeza de fuerza fluye. Lo he visto en mi y en otros. Cuando vamos por el camino correcto puede que todo vaya pésimo afuera, pero la sensación interna de fluidez, de certeza es más fuerte que nunca. Es quizás esto lo que marca el poder del verdadero flujo, ese que se siente por dentro y que apoya nuestro accionar porque desde ahí nace el sentido de lo que hacemos.
Como sea, incluso en la dificultad hay una cierta suavidad cuyo principal desafío es que nos sostengamos. Como decía Yogui Bhajan, mantente y serás sostenido.
Para mí este tema significó algo muy importante. En momentos de mucha pena pude contemplar que a pesar de que hubiera ese dolor, lo que estaba haciendo resonaba conmigo misma y a mi simplemente me tocaba seguir adelante. Recordarme que no porque todo parece ir mal es que vamos por el camino equivocado, que muchas veces hay que mantenerse con la luz de adentro y tener la confianza de que esa certeza interna es un referente que no hay que dejar ir.
El camino no siempre es fácil y eso está bien, eso tiene sentido. Yo quiero poder tener la templanza de cruzar la adversidad y celebrar alegremente cuando las cosas salen bien. Poder observar, respirar, mantenerme y esperar a que el momento pase, aún empujando, aun creyendo, porque pasar por esta experiencia es quizás lo más hermoso que hay en la vida. Especialmente cuando finalmente puedes descansar.
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