Sí, y en algunos casos, eso puede ser incluso deseable. En efecto, o bien el individuo sigue ya una terapia, y su terapeuta, que conoce el Método Tomatis, es consciente de la activación que puede producir las sesiones con Oído Electrónico, o bien el consultor Tomatis considera que no hay ningún inconveniente para que su cliente disfrute de una terapia externa, y le aconsejará entonces simplemente esperar que los efectos de las sesiones estén consolidados antes de emprender este otro enfoque terapéutico. Puede también suceder que el consultor Tomatis identifique un problema que sin alguna duda concierne a una terapia externa: una vez identificado el problema, aconsejará a su cliente que consulte a otro terapeuta, y esto tanto en el curso de las sesiones como antes de cualquier sesión con Oído Electrónico.
En realidad, en estos casos, el Método Tomatis va a actuar como una técnica que permitirá optimizar la eficacia de las terapias externas: no hay por lo tanto ni incompatibilidad ni oposición entre una y otra, sino al contrario una complementariedad y una interacción mutua de la cual resulta una aceleración eficaz de la terapia. Numerosos profesionales ya lo saben y eligen trabajar o bien en relación con los profesionales de Tomatis, o bien formarse ellos mismos al Método para hacer que su propia técnica sea aún más eficaz.